Redacción Canal Abierto | El programa Vivo el domingo que se emite en América 24, censuró al dirigente de la Asociación Agentes de Propaganda Médica, Salvador Agliano, quien fue echado del estudio poco antes de salir al aire.
Agliano fue invitado para referirse al conflicto que el gremio mantiene con el laboratorio Elea/Phoenix, por el intento de la empresa de despedir a 120 visitadores médicos con un 33% de la indemnización aduciendo una situación de crisis, que el gremio responde que no es tal. Ante el reclamo de AAPM a la Secretaría de Trabajo, se enviaron 26 telegramas de despido.
“Recibimos la convocatoria del programa Vivo el domingo de América 24. Allí asistimos el domingo, estábamos en la rutina, ya habían hecho varios avances, pasé por maquillaje y me sentaron en la mesa con el conductor, Javier Díaz. Antes, como sondéandome, el conductor me pregunta por nuestra relación con la industria farmacéutica. Ahí le planteo el conflicto que venía a denunciar, que figuraba en la rutina del programa. Luego, estaba en la mesa con él, mientras esperaba para salir al aire, que ya habían hecho los avances, se acercó una productora, me llevó aparte y me dijo franca y sinceramente que por órdenes de arriba no podía salir al aire”, contó Agliano a Canal Abierto.
“Yo indagué sobre los motivos y ella me dijo que no podía explicar más y que ella era una trabajadora, cosa que entendí. Mientras hablaba con ella me sacaban los micrófonos. Ahí le planteé que esa pasaba a ser la noticia y no lo que íbamos a denunciar. Quien no dio la cara y literalmente se escondía entre bambalinas fue el conductor Javier Díaz. Cuando me retiré intentó hablar conmigo dándome explicaciones vanas, aduciendo una cuestión de tiempo”, continuó el relato de lo ocurrido.
El laboratorio denunciado pertenece a Hugo Sigman, quien además es propietario del grupo que edita Le Monde Diplomatique Cono Sur, la editorial Capital Intelectual y la productora cinematográfica Kramer&Sigman, responsable de filmes de alto suceso de taquilla como Relatos Salvajes.
“Yo estoy acostumbrado a trabajar en el periodismo, así que yo sé como son las rutinas, las dinámicas, los vivos, los programas grabados y la edición. Ahí le planteo que me estaba mintiendo y que la productora me había dicho. Si el me plantea que no fue su decisión y que lo bajaron de arriba lo entiendo porque es un trabajador, pero él intentaba defender la postura. Después, con otras fuentes, corroboré que se trató de una censura porque iba a hablar del conflicto que mantenemos con el laboratorio”, expuso Agliano.
Y agregó: “esto ha sido lisa y llanamente un hecho de censura que ha pretendido acallar la voz de una asociación sindical. Que ellos no me citen al programa por su línea editorial está dentro de la razonabilidad. Que ellos me planteen con anterioridad que no podía salir al aire, también. Lo que constituye el atropello es llevar a un invitado, sentarlo y sacarlo. No me preocupa a título personal, sino que me parece una falta de respeto a las organizaciones que represento, a los despidos que se han producido y es una complicidad con un poder que solamente con un teléfono banca, destruye o bastardea el trabajo que hacen los periodistas que son portadores de la noticia, no de la pauta”.
“Mi no entrevista pasó a ser mucho más efectiva que la entrevista en sí, porque esto se ha viralizado y me han llamado de otros medios. En realidad, no tengo nada que recriminarles a los trabajadores de prensa porque entiendo cual es la dinámica y sé cual es el poder que tienen los dueños de los medios. Pero no voy a dejar pasar este hecho. Tiene que salir a la luz, porque esto ya no es periodismo, sino una acción mercenaria de información tergiversada”, concluyó Agliano.