Redacción Canal Abierto | “Un jefe me pegó dentro de la comisaría. Tras una discusión me agarró de los pelos y me llevó hasta el fondo. Ahí me dio patadas. En ese momento él era subcomisario”.
Esta es la agresión que sufrió Beatriz Castro, agente de la comisaría de Villa Luzuriaga, en La Matanza, quien fue agredida por su ex jefe directo, Sergio Vieyra, ante los ojos de sus compañeros y civiles que realizaban trámites en el lugar.
Procesado, con pericias psicológicas que indican rasgos psicópatas, Vieyra continúa en actividad y con un arma en su poder. Mientras, Beatriz fue expuesta a este tipo de evaluaciones de manera excesiva e innecesaria. Por este avasallamiento, denunció a la Auditoría de Asuntos Internos en calidad de imputados y la causa está caratulada como averiguación de ilícito.
“Me siento amenazada, vengo a trabajar con mucho miedo y ya no sé a quién recurrir. Yo tenía un video donde los exponía y me hackearon el teléfono para borrarlo. Esta exposición en los medios a mi me ayuda porque me están protegiendo físicamente. Al juzgado le pido algún tipo de protección también”.
Vieyra ascendió en dos oportunidades durante estos seis años y a Beatriz le cortaron el suyo. “Hay muchas arbitrariedades que se vienen cometiendo conmigo. Yo denuncié y presente pruebas y por eso hoy vamos a juicio oral”, comenta. Éste tendrá lugar desde el 21 al 25 de octubre.
“Hay muchos casos similares en la fuerza. Hay traslados compulsivos, discriminación y malos tratos a oficiales que están embarazadas. Muchas no quieren dar su relato porque juegan con su miedo a perder el trabajo”, finaliza.