Redacción Canal Abierto | Este martes, durante el informe de gestión previsto para el próximo año, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, anunció que el proyecto del Complejo Hospitalario Sur fue desactivado. “Es un proyecto que estaba en análisis y hoy no está en el presupuesto de la Ciudad para el 2020 ni en el plan de Gobierno», afirmó el funcionario.
El plan pretendía trasladar los hospitales especializados de gastroenterología, Hospital Udaondo (Caseros 2061); de rehabilitación respiratoria, María Ferrer (Finochietto 849); de oncología, Marie Curie (Parque Centenario); y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP, en Núñez) al predio que hoy ocupa el Hospital Muñiz, especializado en enfermedades infectocontagiosas.
“Para los que formamos parte de los frentes para que este proyecto no se lleve adelante es un logro, sentimos satisfacción y orgullo por habernos hecho escuchar. Se consiguió el freno a este proyecto y la desarticulación de lo que estaba previsto como daños, no sólo a la salud, sino también en la educación y la formación de futuros profesionales”, expresó Eduardo Morelli, técnico de rayos y delegado gremial de ATE.
Por su parte, Mariana Bosco, enfermera hace 17 años del Marie Curie, agregó: “La noticia nos da una felicidad indescriptible. Si bien siempre teníamos la esperanza de que el Gobierno desista del proyecto, era muy difícil. Hace dos años que estamos luchando en contra de este traslado. Hoy, desde nuestro lugar de trabajadores y pacientes, sentimos que estamos en casa de vuelta. No era lo mismo llegar a nuestro hospital con la sensación de incertidumbre, sin saber si nos vamos o no”.
Los lotes ocupados actualmente por los hospitales monovalentes tienen ubicaciones preferenciales y con un alto valor en el mercado inmobiliario. El traslado de estas instituciones implicaba la venta de estos terrenos, valuada en US$160 millones, previos a la mega corrida de 2018.
“Nunca lo van a reconocer, pero nosotros siempre interpretamos que por la superficie, los valores de los metros cuadrados y las relaciones políticas que tiene el gobierno de Larreta, detrás de esto obviamente hay un negocio inmobiliario”, destacó Morelli.
La desidia y el vaciamiento
Desde que se dio a conocer el proyecto, los cinco hospitales sufrieron la reducción de personal y el olvido en cuanto a infraestructura. “Nosotros nos vimos afectados con el desabastecimiento, hacen falta obras edilicias y aparatología. Hace dos años pedimos que por favor nos coloquen los acondicionadores de aire. Los trabajadores tratamos de mantener la mejor calidad posible de atención para los pacientes, pero sufrimos la falta de materiales, de estructura y de mantenimiento. Es un hospital que tiene 85 años y ha quedado en el olvido”, comentó la enfermera del Curie.
En el caso del IREP, hace poco lograron mediante la organización gremial un espacio de descanso para los camilleros. Antes estaban ubicados en una antigua lavandería que tenía las paredes recubiertas con asbesto y se inundaba con las lluvias.
“El estado edilicio del hospital es reprochable. Desde el Gobierno justificaron todo aduciendo que en la salud moderna, que ellos vienen a representar, queda obsoleta la idea de los hospitales monovalentes. El complejo polivalente no tenía justificación ni siquiera sanitaria porque pretendían mezclar pacientes inmunodeprimidos por tratamientos oncológicos con otros con enfermedades infecciosas. Dicen que quieren refundar la salud, pero en vez de presentar un proyecto de mejora de edificios o implementar nuevas tecnologías, quieren dinamitar todo”, expresó Morelli.
Al igual que en el Marie Curie, el instituto de rehabilitación sufrió el traslado masivo de enfermeros a los diferentes hospitales del Gobierno de la Ciudad. Esto ocurrió por la desarticulación de un servicio en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos montada en dos alas, una A y una B, y al ala B la cerraron. Se llevaron las camas y los equipos de última tecnología.
“Fue una pérdida grande por decisiones políticas. Todo esto va en contra de la salud pública. La rehabilitación es realmente una circunstancia onerosa que debería ser bancada por el Estado porque en manos de los privados termina siendo un negocio”, sentenció el delegado de ATE.