Redacción Canal Abierto | “Casi todo los viernes Lorenzo generaba cenas en su departamento con líderes scouts y yo. Un adulto de 40 años con un chico de 13 años, con la excusa de planificar la actividad del día siguiente. Se bañaba, se perfumaba. Se ponía su pijama y me decía que lo llevara a dormir, que le diera besos en el cuello. Me hizo creer que yo era su amigo y él no tenía amigos, tenía víctimas”.
Este es el relato de Julián, quien en 1999 era un joven scout que colaboraba en la parroquia a cargo del cura Eduardo Lorenzo. Así como Julián, hubo muchos más. Este lunes, la Justicia ordenó la detención de Lorenzo por “múltiples abusos sexuales agravados y corrupción de menores”. Al conocer la noticia, se pegó un tiro en la sede platense de Cáritas.
En la conferencia en la que Julián relató lo vivido por más de dos años, se dirigió a su abusador: “Quisiste cagarme la vida y casi lo haces. Me introdujiste en la mente y en el cuerpo sensaciones que no son normales para un chico de 13 años. Fuiste y sos el peor monstruo que conocí en mi vida. Tus mentiras se van a terminar. No vamos a parar hasta que se haga justicia”. Pero matarse antes que ir preso no parece ser justo.
Mientras tanto, en otro intento por sostener la coherencia de encubrimiento, el Arzobispado de La Plata emitió un comunicado en el que asegura, según las creencias católicas, que el destino de Lorenzo es el paraíso.
“En una época se prohibía rezar por alguien que se haya suicidado, por eso yo aclaré que él estaba con mucha tensión. Cualquier suicida elige eso por estar en un momento de mucha tensión, pero negar el rezo a alguien que se suicida ya no corre en la Iglesia, explicó el arzobispo Víctor Fernández, para justifica la decisión de realizar la misa que se celebró esta mañana para velarlo.
A veces la realidad supera cualquier ficción, suelen decir. Y en este caso fue así. En la misma parroquia donde Lorenzo cometió los abusos se realizó una misa en su honor, acto que sólo pueden ejecutar seres perversos que no pueden conectar con el dolor del otro. Los denunciantes afirmaron que esta misa “lastimó despiadadamente a las víctimas de abuso” del cura denunciado.
¿El fin del secreto pontificio?
Según el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, el Papa dispuso abolir el secreto pontificio en casos de abuso sexual el 4 de diciembre. Sin embargo, la medida se hizo pública ayer, 17 de diciembre, coincidiendo con el cumpleaños 83 del pontífice.
Específicamente, el secreto papal se levanta para los casos de violencia y actos sexuales cometidos bajo amenaza o abuso de autoridad, casos de abuso de menores y de personas vulnerables, casos de pornografía infantil, casos de no denuncia y encubrimiento de los abusadores por parte de los obispos y superiores generales de los institutos religiosos.
Paralelamente, Francisco también endureció las normas sobre los casos de pederastia de manera que sea delito la adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo.
“Si bien es auspicioso el anuncio, habrá que ver si en los hechos esto efectivamente ocurre, porque suele haber una diferencia bastante importante entre lo que se anuncia y lo que concretamente ocurre después. Habrá que ver también cuán transparentes son los tribunales eclesiásticos para poder acceder a las causas”, evaluó Julián Maradeo, autor de La Trama: Detrás De Los Abusos Y Delitos Sexuales En La Iglesia Católica.
Desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico lo que se pide también es la eliminación del concordato que firmó Argentina y el Vaticano en 1966, lo cual eliminaría este sistema judicial canónico simultáneo.
Sólo resta esperar para ver si finalmente esta decisión viene a renovar el accionar de la Iglesia Católica ante los abusos sexuales, o a fortalecer la ley del silencio que impera dentro de la curia.