Redacción Canal Abierto | El anunciado “libro de Patricia Bullrich” no es otra cosa que un informe de gestión del Ministerio de Seguridad al concluir su mandato. Muchas carteras hacen este tipo de trabajo, dando cuenta de qué recibieron y qué dejan. Sin embargo, “Una gestión con corazón e ideas. La doctrina de seguridad que abrazaron los argentinos”, pretende ir más allá, constituyéndose en una plataforma de lanzamiento de la presidenta del PRO.
A lo largo de 253 páginas que incluyen fotos a todo color de lo que la ex Ministra de Seguridad remarca como momentos clave de su paso por dicha cartera, el informe abunda más en apreciaciones personales y descalificaciones a la entonces oposición que en datos estadísticos en materia de seguridad.
Un dato notable es que se refiere antes a la protección de los efectivos de seguridad (capítulo 6: Cuidar a quienes nos cuidan. La necesidad de revalorizar a nuestras fuerzas de seguridad) que a la de la ciudadanía (capítulo 7: Proteger al ciudadano. Desde la cercanía y la proximidad).
No faltan tampoco sendos capítulos destinados a dos instancias concatenadas que marcaron a fuego la gestión de la ex Ministra de Trabajo de De La Rúa: la persecución a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche, una supuesta organización armada con base en la Patagonia de la que no hay pruebas firmes y huele a un montaje de los servicios para justificar la represión sobre el pueblo mapuche) y la muerte de Santiago Maldonado. Este último, con un título por demás cuestionable: “Caso Maldonado. La construcción de una mentira”.
Consultada por Canal Abierto, la titular de CORREPI, María del Carmen Verdú manifestó que “por lo pronto no es un libro de ella como lo salió a difundir como si ya estuviese en campaña hacia 2021, sino que es una especie de informe de gestión del ministerio. Ratifica todos y cada uno de los puntos por los cuales venimos diciendo que el 10 de diciembre de 2015 dio inicio en Argentina la etapa más grave en materia de violaciones de los derechos humanos y situaciones represivas desde el fin de la dictadura cívico militar eclesiástica”.
“Lo que hace ese texto, elaborado durante la gestión, es reivindicar todo lo que venimos señalando como el legado criminal del gobierno de Cambiemos en materia represiva, como Chocobar, Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, la defensa absoluta del gatillo fácil como política de estado y del hostigamiento a través de los operativos de saturación y la híper presencia de las fuerzas en los distintos barrios”, agregó.
También resultan llamativas algunas ausecias. Al tipear en el cuadro de búsqueda del PDF palabras como “Rafael Nahuel” o “CORREPI” el resultado de la búsqueda es 0. Con respecto al joven mapuche asesinado, Verdú sostuvo que “es significativo que no mencione el caso de Rafael Nahuel en el que camaristas de General Roca hablaron de la falsa versión insertada por el Ministerio de Seguridad en el expediente y de la declaración indagatoria del prefecto Pintos guionada por el Ministerio de Seguridad. Imaginate que 3 jueces de cámara no dicen eso si no tienen elementos concretos en el expediente para fundarse”.
Y sobre la omisión al organismo que realizó duros informes contra Bullrich, planteó que “ya vio lo que le pasó cuando quiso sacar ese contrainforme pomposamente titulado «Ministerio de Seguridad vs. CORREPI. Fue, probablemente, el peor papelón de su gestión. Por eso, esta vez ni nos menciona. Quizá piensa que así va a eludir la crítica”.
Tampoco hay menciones a su entrada triunfal en la cartera, allá por febrero de 2016: el protocolo con que pretendió controlar la protesta social, que se adivinaba sería creciente, contra las políticas que se implementarían desde la Casa Rosada. En parte es lógico, dicha medida se convirtió en letra muerta el mismo día en que debió ponerse en práctica: el 24 de febrero de 2016, durante una masiva movilización de ATE contra los despidos efectuados en la administración nacional.
Hace unas semanas, desde los medios y redes sociales, se cuestionó el uso de las cuentas oficiales de la Cámara de Senadores para difundir escritos contra la prensa en cuya pluma se adivinaba la de la vicepresidenta Cristina Fernández. Con razón, se adujo que no correspondía la utilización de canales de comunicación oficiales para asuntos personales de quienes comandan dichas dependencias. No pareciera estar teniéndose la misma vara con Bullrich, quien pareciera utilizar este informe de gestión como plataforma de lanzamiento de su figura como presidenta de uno de los principales partidos de la actual oposición.
“Está utilizando un elemento producido por el Ministerio de Seguridad en el momento que estuvo a su cargo para lanzar su campaña como personaje político, claramente. Indudablemente, así como durante la campaña en el curso de este año dijimos que se había convertido en la principal vocera del oficialismo para intentar la reelección con el voto bala en una mano y el voto cárcel en la otra, ahora piensa ocupar este lugar como jefa política del sector más reaccionario y más represor del electorado de Cambiemos”, concluyó Verdú.