Canal Abierto Radio | Muchos trabajos y fuentes laborales se pudieron sostener durante la pandemia por la posibilidad de realizarlos en forma remota gracias a los avances en tecnologías de la comunicación. “Algo que estaba siendo un avance, en general, de las patronales sobre los trabajadores, se tradujo en un experimento colectivo a gran escala” comentó Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
“Por un lado, el teletrabajo funcionó para seguir priorizando las tareas y al mismo tiempo cuidando la salud en el marco de la emergencia sanitaria. Y por otra parte los empleadores están tratando de buscar que estas modalidades, que en muchos casos significan casos de precarización laboral, se consoliden y pasen a ser un fenómeno mucho más importante en la post-pandemia”
Esta vez, además de las empresas, el trabajo desde el hogar se da en las instituciones y en el propio Estado, pero esta modalidad aún no está contemplada dentro de las legislaciones. Los debates sobre el asunto se dan a nivel internacional entre privados, públicos y sindicatos, por lo tanto es necesario prestarle atención a distintas cuestiones: “Los costos en materia de infraestructura, materiales que terminan poniendo sus trabajadores y trabajadoras”, advierte Campos, así como los costos de los elementos de limpieza, de servicios o comidas, incluso el desgaste propio del hogar. Por otro lado, “los límites que establece la jornada laboral”, que cuando es presencial “vamos a la oficina con horario y antes y después no se trabaja, es un límite y una imposibilidad física” que se vuelve difusa estando en el hogar, concluye.
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Ilustración: Marcelo Spotti