Redacción Canal Abierto | “Yo no sabía que había niñes trans. Pensaba que esto les pasaba a las personas adultas, no lo relacionaba con la identidad de género. Cuando Juana nació y el médico nos dijo que era un varón sólo por observar su genitalidad. Tampoco hubo alguna duda de parte nuestra como mamá y papá y seguimos con el camino que estaba dispuesto para eso culturalmente. Pero lo que pasó fue que ya a los 2 años Juana tenía más afinidad con todo lo que conocemos como femenino. Después todas estas etiquetas de masculino y femenino para mí se fueron cayendo”.
Así comienza el relato de Natalia Bertazzoli, mamá de Juana, una nena trans que llegó a su vida para desarmar todos los conceptos, “darle vuelta la cabeza” y crecer con ella en el camino.
Juana jugaba con los vestidos de su hermana mayor, y un día pidió eso como regalo de Día del Niño. En ese momento, la familia era asesorada por profesionales que desconocían el tema. “Cuando le dije que no al vestido, me preguntó por qué no, y yo contesté `porque sos un varón y ya tenés vestidos para ponerte, mejor te compro otra cosa´. Hoy me odio por haberle dicho eso. Y ahí fue donde me dijo `pero yo no soy un varón, soy una nena´. Me quedé helada y se puso a llorar porque yo le decía vos no sos una nena. Lloró con tanta angustia que me decidí a buscar por otro lado”, cuenta Natalia.
En una reunión de familiares de niños y niñas trans en el Hospital Durand, Natalia vio una lámina que decía “Hay niñas con pene y hay niñas con vulva. Hay niños con pene y niños con vulva”. “Ahí me terminó de caer la ficha. Juana tenía cinco años y me dije `claro, es una niña con pene. Eso es lo que está pasando´. Le dije que yo me había equivocado. Ahí puso primera y le dimos para adelante”, recuerda.
De esa transición como familia también nació Munay, una agrupación de madres y padres de niñes trans que comparten experiencias y las visibilizan. “Munay en Quechua significa “Te amo tal cual eres, sé como tú eres”. Lo elegimos porque en este pedacito de su significado nos sentimos muy identificades”, dice la mamá de Juana.
Este 28 de junio se conmemora en el mundo el Día del Orgullo LGBTTTIQ, y en este camino de ser quien uno o una siente que es y no dejar que la cultura condicione eso, Natalia expresa lo que siente al ver hoy a su hija de 8 años.
“Yo me siento muy orgullosa de mi hija porque la veo muy valiente a Juana. Desde muy chica se pudo plantar frente a un mundo de adultes y poder hacer ver y entender lo que ella era. Le cambió la cabeza a muches. Además a mí me abrió la cabeza a un mundo de diversidades, de gente que tiene una visión del mundo mucho más amplia, de mucho amor, de mucha lucha, de mucha empatía que quizás si no hubiese sido por Juana seguramente no lo hubiera conocido y me hubiera perdido de algo muy importante en la vida”, finaliza.
Resumen de la entrevista