Redacción Canal Abierto | “¿Quién mató a Trasante?” es una pregunta política porque interpela directamente el tipo de democracia del que somos capaces, nuestros modos de organización, elaboración del conflicto y producción de justicia.
Es una pregunta que fuerza a interrogarnos por lo político mismo. ¿Cuál es el estado actual de las instituciones? ¿Hasta qué punto el proceder mafioso forma parte del entramado económico y del Estado mismo? ¿Cómo reformular la cuestión del cuidado mutuo cuando la policía es parte del problema? ¿Qué instancias y mecanismos podemos darnos, desde abajo, para articular nuevos modos de organización social? Sin nuevas preguntas, las respuestas seguirán siendo las mismas.
Eduardo Trasante era el padre de Jere, uno de los tres pibes asesinados en la masacre de Villa Moreno, junto a Momo y Patom. El 1º de enero de 2012 los jóvenes fueron acribillados en un enfrenamiento de bandas narcos con las que no tenían nada que ver… o sí, vivían en la zona de sacrificio en que se ha convertido la ciudad de Rosario.
El “Edu”, como le dicen sus compañeras y compañeros, se puso al frente de las luchas por justicia y en ese tránsito llegó a ser concejal de Ciudad Futura – FSP (Frente Social y Popular). El 2 de febrero de 2014, también su hijo Jairo fue asesinado. Tras una discusión en el bar Chiringo, una banda lo siguió y lo acribilló desde un vehículo.
“El martes 14 de julio pasado, horas después del mediodía, asesinaron a Eduardo. En una ciudad cada vez más acostumbrada a contar muertos, un día cualquiera, dos personas entraron a la casa del Edu y lo ultimaron delante de su familia”, dice un mensaje de Ciudad Futura que inició estos días una campaña por el esclarecimiento del crimen y contra la naturalización de la violencia y la exclusión en una de las principales ciudades del país.