Redacción Canal Abierto | El asesinato en ocasión de robo producido por un adolescente de 15 años en Retiro volvió a encender la mecha de los apologistas de la mano dura con uno de sus números recurrentes: la baja en la edad de punibilidad como solución al problema del delito.
A las esperables posturas en ese sentido de referentes de Juntos por el Cambio como Patricia Bullrich, Diego Santilli y Alfredo Cornejo se le sumó la ya también previsible coincidencia del Ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni.
«Desde hace 20 años se viene dando este debate de manera cíclica. Aparece en años preelectorales como discurso de campaña y cuando hay un hecho en el que hay una supuesta participación de un pibe no punible en un acto violento», plantea María José Cano, integrante del Foro por los Derechos de la Niñez, consultada por Canal Abierto.
A través de un comunicado, la organización se preguntó «¿cómo se explicaría la decisión de bajar la edad de punibilidad cuando los adultos son los que cometen el 96,5% de los delitos en un país con más de la mitad de sus niños, niñas y adolescentes bajo la línea de pobreza?» y manifestó que «es falso que es alta la incidencia de delitos violentos entre los más jóvenes; es falso que hay que bajar la edad de la punibilidad porque las bandas criminales utilizan a niñxs para cometer delitos: si una organización criminal o las propias fuerzas de seguridad utilizan – u obligan – a un niñx a cometer un delito, el delito es de la persona adulta, el niñx es víctima y como tal debe ser abordado».
«También es falso que hoy a lxs niñxs y adolescentes no les pasa nada si cometen un delito, no sólo `les pasa´ algo si cometen un delito, también tienen consecuencias penales cuando no lo cometen; porque es mentira que el sistema penal no hace nada con lxs chicxs de menos de 16 años acusadxs de un delito, porque tal como ocurre con adolescentes de entre 16 y 18, también a ellxs se les inicia una causa penal aún por delitos leves y se lxs puede encarcelar por tiempo indeterminado más allá de si se probó o no su culpabilidad o de si se los `declara no punibles´ por la edad», plantea la misma misiva.
En este sentido, Laura Taffetani de Pelota de Trapo expuso que «en la provincia de Buenos Aires el mes pasado había 40 chicos menores de 14 años, o sea que son inimputables, pero igual estaban encerrados. Así que esa idea de que están todos sueltos no se condice con la realidad. Y esta realidad no ha traído tampoco ninguna solución».
«Esto tiene que ver con el país que armamos, con esos barrios y asentamiento en los que los niños crecen en una sobrevida muy dura que nunca es tema de agenda. Como tampoco lo es la impunidad con la que se mueve el narcotráfico en esos lugares. Tampoco se dice que es mucho mayor el porcentaje de jóvenes que han sido asesinados a manos de las fuerzas de seguridad que los que han cometido delitos graves«, agregó.
«Parece el Día de la Marmota, como si viviéramos un mismo día en el que discutimos lo mismo, salimos con los mismos argumentos… Ya sabemos quienes son los que buscan avanzar con esto y quienes nos oponemos y desde ese lugar tampoco hay muchos elementos para que se fuerce esto. Menos en un contexto de pandemia en el que la agenda social está pasando por otro lado», expresó Cano.
También planteó que «el marco normativo a nivel nacional no está adecuado a la Convención de los Derechos del Niño y es una ley de la época de la dictadura. Eso sí necesita ser transformado y una nueva ley de responsabilidad penal juvenil. Lo que planteamos es discutir una Ley Penal Juvenil respestuosa de los derechos humanos de los pibes y las pibas, pero no la baja de la edad de punibilidad».
En febrero de 2017 el entonces Ministro de Justicia, Germán Garavano, convocó a distintas organizaciones y especialistas en la materia a fin de confeccionar un nuevo marco regulatorio en la materia. De 40 expositores, 36 rechazaron de pleno la modificación de la edad de punibilidad.
«Como país siempre tendemos a las soluciones mágicas como solucionar la seguridad llenando de policías las calles, o la cárcel para el problema de que un chico llegue a la situación traumática se vuelque al delito. Son soluciones que pueden sonar fáciles, pero no dan resultado alguno porque no toma las causas por las que llegamos a ese punto», concluyó Taffetani.
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Foto: Complejo Esperanza, Córdoba. Crédito: La Voz