Redacción Canal Abierto | Este año, los incendios forestales aumentaron un 13% en todo el mundo. En septiembre de 2020, el segundo país en el mundo más afectado por los incendios forestales fue Argentina. Los hubo en once provincias, aunque los focos principales fueron Córdoba y el Delta del Paraná. El 90% estuvieron asociados a incendios intencionales o fuegos mal apagados.
Contra todo pronóstico, la población no resultó indiferente a estos números. En una encuesta reciente, realizada por la consultora Poliarquía y la ONG Periodistas x el Planeta, el 92% de los argentinos y argentinas consideró que los bosques son “muy importantes” para el país, el 77% sabe que existe una ley que los protege.
Este año, los incendios forestales aumentaron un 13% en todo el mundo. En septiembre, el segundo país más afectado fue Argentina (el 90% fueron intencionales).
Una encuesta reciente revela que el 89% de lxs argentinxs quieren que paren los desmontes.
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— Canal Abierto (@canalabiertoar) December 22, 2020
Ni la edad, ni el género, ni el nivel educativo o el lugar de residencia resultaron variables con incidencia directa en la opinión: hay un acuerdo transversal a todos esos factores en defender a los bosques.
La muestra fue obtenida del 10 al 19 de noviembre en 40 centros urbanos de más de 10.000 habitantes, entre 1.033 encuestados mayores de 18 años de edad y tiene un nivel de confianza del 95%.
Frontera agrícola
El peso de todos los humanos y sus animales domésticos representa el 97% de toda la biomasa de mamíferos del planeta. Como consecuencia, la economía humana se ha apropiado del 40% de la producción primaria neta de la biósfera. En la práctica esto tiene sus consecuencias: la producción de alimentos ha causado el 75% de la deforestación mundial, de la mano del desmonte y los incendios forestales.
Lo que habitualmente se llama “expansión de la frontera agrícola” no es otra cosa que la tala o la quema de grande porciones de bosques para la ganadería o la agricultura. Y es ésta, en parte, el caldo de cultivo para la propagación de nuevos virus, como el Sars-CoV-2, causante del COVID-19.
En este sentido, la encuesta también es rotunda: el 75% de los y las encuestadas no está de acuerdo con el desmonte para sumar cultivos de soja, cría de ganado o desarrollos inmobiliarios.
Ante la pregunta “¿cuán importante es para usted que se frene la deforestación en Argentina?”, el 89% lo considera importante y, de ellos, el 70% cree que es “muy importante”.
Incluso, el 73% sostiene que las zonas que ya han sido taladas hay que “dejar que se recuperen” contra un 14% que sostiene que deben ser aprovechadas para actividades económicas. Por su parte, el 81% considera que debería haber una ley que ordene la regeneración de las áreas deforestadas o incendiadas.
En el mismo sentido, un 74% considera que el gobierno nacional debería prohibir por completo la desforestación, y el 77% que los incendios forestales deberían ser “una prioridad” gubernamental.
En línea con esa idea, hace menos de un mes el Senado aprobó la Ley de Manejo del Fuego, impulsada por el diputado Máximo Kirchner, que prohíbe desarrollos inmobiliarios y cambio de prácticas agropecuarias para garantizar la recuperación del suelo.
Las inmobiliarias rurales y la Mesa de Enlace que nuclea a los principales referentes de la oligarquía terrateniente no tardaron en salir a criticarla.
Foto: Elonce.com