Canal Abierto Radio | La coordinadora de la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria de la UBA y dirigenta de Unidad Popular, María Eva Kousovitis abordó la difícil situación en los barrios populares de la CABA: “Hay más de 300.000 personas que son indigentes, por eso insistimos en discutir políticas públicas que nos permitan acceder en igualdad de condiciones a derechos básicos”.
El primer derecho que se sigue vulnerando, advirtió, es el acceso al agua potable y segura, sobre todo “a los más de 400.000 porteños y porteñas que habitan en las villas y asentamientos de la ciudad”. Entre abril y mayo del 2020, el barrio Carlos Mugica, de donde era Ramona Medina, estuvo más de dos semanas sin agua y los contagios crecieron cuatro veces. “Donde los servicios públicos son informales, los contagios se multiplican” subrayó la especialista.
“El 7 de abril del 2020 junto a un grupo de mujeres referentas de distintos barrios populares de la Ciudad, acompañados por la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, por la CTA Autónoma de Capital, presentamos una acción judicial para que el gobierno porteño garantice el acceso al agua potable en todos los hogares. Y el 5 de mayo hubo una sentencia histórica que obligó al gobierno de Larreta a garantizarle 150 litros diarios de agua potable a cada habitante para hacer frente a la pandemia. Desde entonces ese fallo está incumplido”
Según los registros, hay 140.000 personas que aún no acceden al agua y el 35 por ciento de los hogares en las villas no tienen donde almacenarla. En el año que pasó, según registro de las organizaciones, no hubo un solo hogar en barrios populares donde se haya instalado una conexión segura de agua. El acceso a un tanque de agua por grupo familiar es “una solución provisoria pero factible”, y la ingeniera remarcó que dentro del presupuesto de la ciudad el costo es “insignificante”.
Las discusiones por la presencialidad en las escuelas “esconden la falta de políticas públicas adecuadas para garantizar el derecho a la conectividad” expresó Kousovitis. “La realidad es que CABA no tiene presencialidad: o tiene modalidades virtuales o mixtas”, aunque un 40 por ciento de los alumnos no cuenta con acceso a un dispositivo de conexión. A esto se suman las suspensiones de presencialidad cuando las burbujas deben aislarse por contagios.
“La realidad en los barrios populares es muchísimo más crítica en relación al acceso a la conectividad desde el punto de vista de poder acceder a dispositivos adecuados y a internet. Sin duda que no solo hablamos de la desigualdad en el acceso a un servicio básico y elemental como es el agua potable, sino de la desigualdad en el acceso a otro derecho humano como es el de conectividad”, concluyó.
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Foto: La Tinta