Redacción Canal Abierto | El juicio oral por los “Vuelos de la muerte en Campo de Mayo” comenzó en octubre de 2020. En él, los ex militares y aviadores Santiago Omar Riveros, Luis del Valle Arce, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Alberto Conditi, fueron acusados por delitos de lesa humanidad.
Este juicio, el primero en tratar esta forma de exterminio, se desarrolla en los Tribunales Orales de San Martín. Soldados conscriptos que cumplieron el Servicio Militar Obligatorio entre 1976 y 1978 en Campo de Mayo continúan en la construcción del hilo conductor para fijar las responsabilidades y esclarecer en particular el asesinato de cuatro personas que habrían partido en aeronaves desde Campo de Mayo y cuyos cuerpos fueron encontrados en el Río de la Plata y el Mar Argentino.
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Este es el caso de P.L, el ex soldado que culminó su testimonio confirmando que vio cómo “bajaban gente moribunda” de camiones estacionados en las cercanías de la pista de aviación y las subían a aviones que partían y regresaban vacíos. En 1976, a sus 21 años, P.L. fue designado a la Compañía de Servicios del Batallón de Aviación del Ejército 601, en Campo de Mayo, para cumplir el servicio militar obligatorio durante 14 meses. Entre sus tareas se encontraba el abastecimiento de combustible para los aviones y helicópteros que iban y venían por la pista de la guarnición. Este trabajo lo convirtió en un testigo importante a la hora de determinar qué clase de naves circulaban por allí en ese tiempo, en qué momento del día, qué transportaban, quiénes las manejaban.
P.L confirmó que el aviador militar retirado Luis Del Valle Arce, uno de los acusados en el juicio, era el jefe del Batallón en 1976, y que Delsis Malacalza era piloto. Aseguró ante el Tribunal que mientras integró la compañía había “vuelos nocturnos”, que él esperaba en “una playa donde teníamos los tanques, al lado donde estaban los bomberos de la Policía Federal” donde también veía camiones similares a los que llegaban a Campo de Mayo para abastecer de alimentos a la guarnición. “Para nosotros venía el camión del rancho”, sostuvo.
Cuando le consultaron lo que llevaban esos camiones, respondió: “Yo vi gente que no podía caminar bien, rengo. Los hacían bajar del camión y los hacían subir al avión Twin Otter”, uno de los modelos que la investigación señala como utilizados para los vuelos de la muerte.
Ese episodio P.L lo vio “un par de veces, 3 veces, 4” durante la noche y sostuvo que ese avión “volvía vacío”. También confirmó que lavó manchas de los aviones. No fue claro respecto de si eran manchas de sangre como durante su primera declaración, cuando mencionó que eran coágulos los que había quitado del Twin Otter, pero reiteró que ante la consulta que le hizo a un suboficial sobre la naturaleza y procedencia de esas manchas, éste le respondió “está todo bien, vos no viste nada”.
Se espera que etapa de testimonios de testigos se extienda unos meses más y que el veredicto llegue para fines de este año.
Los vuelos en Entre Ríos
La Justicia Federal de Entre Ríos dispuso que se realice un operativo de exhumaciones en el cementerio de la localidad de Villa Paranacito, en el marco de la causa de los vuelos de muerte que se realizaron en esa provincia durante la última dictadura cívico militar.
El objetivo es identificar nueve cuerpos que se encuentran enterrados como NN en esa necrópolis en tiempos de la represión ilegal en el cual intervendrán integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, que llevará a cabo la exhumaciones y extraerá muestras de esos cuerpos para cotejarlas con su banco de datos genéticos, y establecer si se trata de víctimas que pudieron ser arrojadas desde aviones o helicópteros a las aguas del Paraná.
Al igual que en Campo de Mayo, la información vino de un testigo. En este caso fue la declaración de Román Venancio, un sepulturero que trabajó en el cementerio durante la dictadura, la que empujó la decisión de exhumar los cuerpos.
Venancio contó que en distintos intervalos, efectivos de la Prefectura que se desplazaban en lanchas por esa zona del delta del Paraná, en el sur de Entre Ríos, trasladaron cuerpos al cementerio en bolsas de nylon y que los enterraron en distintos sectores como NN. Los cuerpos habrían sido encontrados flotando en el río, y en un caso recordó que los prefectos le contaron que uno de ellos había estado colgado de un árbol. El testigo asegura haber visto una mujer entre las víctimas, otra que tenía un disparo en la cabeza y un cuerpo que según le contaron se había ahogado en las aguas del río Paraná.