Por Mariano Vázquez | Desde el 19 de noviembre de 2020, la activista por la causa saharaui Sultana Khaya está detenida en su domicilio sin orden judicial y sufre el acoso constante de fuerzas parapoliciales marroquíes, que incluyen allanamientos, torturas, robos, agresiones sexuales, golpes. Las vejaciones son cotidianas, sin pausa y a cualquier hora. El objetivo: desalentar la lucha independentista por el Sahara Occidental. “Se produjo un ataque bárbaro en mi casa por parte de agentes de los servicios militares marroquíes, y todos los miembros de la familia -incluida mi madre- fueron agredidos, me inyectaron una segunda sustancia desconocida”, denunció en redes sociales, quien también grabó un video apenas terminado el ataque mostrando la magnitud del daño.
La Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental (IAJUWS, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado de prensa que “a las 4:30 de la madrugada del domingo 5 de diciembre agentes de la policía marroquí asaltaron nuevamente el domicilio sometiendo a torturas, golpes, violaciones, ultrajes a Sultana, a su hermana Elwaara, y a su anciana Madre. Los agresores irrumpieron en la vivienda violentando la puerta de entrada, y esparcieron sustancias por todos los ambientes de la casa, atacando a Sultana y a su hermana, tapándoles la boca y la nariz con trozos de telas impregnados en sustancia químicas desconocidas, obligándolas a inhalar, y que causaron efectos nocivos en las mismas, con la intención de reducir la resistencia física de las activistas”. A estos ultrajes se suma el asedio diario en las inmediaciones del domicilio, se trata de una política sistemática de Marruecos para amedrentar el sueño de libertad de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
En otro de sus párrafos, denuncia la IAJUWS que “a Sultana la pincharon, inyectándole, una vez más, una sustancia desconocida y que está produciendo efectos adversos y de deterioro en su salud. Continuaron los asaltantes con agresiones sexuales a Sultana y a su hermana Elwaara quitándoles toda la ropa interior, violándolas anal y vaginalmente con los dedos. Contaminaron el aljibe de la casa, subieron a la azotea esparciendo en toda la cubierta de la vivienda una sustancia oscura, y colocaron candados en la puerta de hierro que da acceso a la misma soldándola, con el objeto de impedir la posibilidad de subir a la azotea”.
En diálogo con Canal Abierto, Mohamed Alí Alí Salem, representante del Frente Polisario en la Argentina, informó: “La casa de Sultana Khaya fue asaltada por las fuerzas represoras marroquís, activista de derechos humanos y defensora de los recursos naturales del Sahara Occidental para que no sean expoliados por el ocupante y agresor Reino de Marruecos. Y no es la primera vez. Hace más de un año que ella y su familia están retenidas en su casa por el solo hecho de decir que son saharauis, que Bojador es una ciudad saharaui e izar la bandera de nuestra República. Ese es el delito y el pecado: la lucha por la libertad”.
Recordó también que “desde el 19 de noviembre de 2020, apenas una semana después de que los saharauis retomen las armas en defensa legítima por la vulneración por parte de Marruecos del cese al fuego, esta mujer, junta a su hermana y su madre, fueron encerradas en su casa, una arresto domiciliario de facto sin que haya intervenido la justicia, aunque sea la del régimen. 24 horas sobre 24 horas, gendarmes, esbirros, rodean la casa y no les dejan vivir”.
Al respecto, el Comité de Amistad con el Pueblo Saharaui de Argentina indicó que “Marruecos vulnera la Convención de Ginebra que protege los derechos de la población saharaui en los territorios ocupados” por lo que exigió que las fuerzas de seguridad marroquíes “cesen con sus ataques que violan las convenciones internacionales”, que lleva las firmas de personalidades como Adolfo Perez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora), José Schulman (Presidente de la Liga Argentina por los DD.HH.), Stella Calloni (Escritora y periodista) y Atilio Borón (Politólogo), entre otros.
Causa y territorio
La lucha independentista del pueblo saharaui lleva medio siglo. Primero de España, el 27 de febrero de 1976, pero esta incumplió los acuerdos y “cedió” el Sahara Occidental a Marruecos (norte) y Mauritania (sur). Así surge el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario), la primera guerrilla organizada en el desierto, movimiento de liberación que logró la expulsión de Mauritania. En 1991, se produjo un alto el fuego y el ingreso de una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Minurso, quien debía garantizar la realización de un referéndum para avalar el estatus de nación, sin embargo, en 30 años jamás la puso en práctica. Con una población de naturaleza nómada de 600 mil habitantes los saharauis han sufrido hostigamientos y la violación flagrante de sus derechos humanos.
Las resoluciones internacionales demuestran que la presencia de Marruecos es el de una fuerza ocupante. La RASD está presente en el Comité Especial de Descolonización o C-24 sobre “territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio”, el cual está encargado de examinar “la situación con respecto a la Aplicación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales”. Además, integra la Unión Africana, de la que es fundadora, el mayor mecanismo de integración de ese continente, integrada por 55 países, que en 1982 rechazó los argumentos de Marruecos y reconoció la postura de la República Árabe Saharaui Democrática y del Frente Polisario.
Esta joven nación sufre un desplazamiento constante de su población, repartida en campamentos y los territorios ocupados, cercada además en su propio territorio por un muro de 2.720 kilómetros.
«Es hora de poner fin a la ocupación ilegal en nuestros territorios y recuperar todos nuestros derechos como nación. Nos apoya el Derecho Internacional, por eso denunciamos la situación de nuestro pueblo. El Sahara ocupado es una gran cárcel. Como declaró el máximo representante del Frente Polisario y presidente de la República (Brahim Gali) no participaremos en ninguna negociación ni proceso de paz de Naciones Unidas si Marruecos no cesa el clima de terror que ha extendido por toda la parte que ocupa de nuestro país”, manifestó Alí Alí Salem.
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Cabe destacar que la RASD es reconocida por más de 80 países, de América Latina y el Caribe son México, Cuba, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Perú, Bolivia, Nicaragua, Panamá y Belice. Se espera que Argentina se sume a esta lista.
Sultana Khaya es hoy un emblema de la causa saharaui en los territorios ocupados y en la rebeldía ante el estado colonizador que ha cercado su casa desde hace más de un año. Cada día, las hermanas Khaya suben a la azotea a ondear la bandera saharaui. Los parapoliciales marroquíes tapiaron el acceso. Ellas lo volvieron a abrir.