Redacción Canal Abierto | Tras meses de reclamos y actividades para visibilizar los distintos problemas que viene enfrentando el sector, entidades vinculadas a la cinematografía independiente se concentraron hoy en la puerta del INCAA para pedir la renuncia de su titular, Luis Puenzo.
“En dos años y medio de gestión no ha dado respuesta a los principales problemas de nuestro cine, generando un continuismo con las políticas de ajuste y subejecución, sosteniendo en sus funciones a gerentes de la gestión anterior responsables de la política de destrucción de la actividad audiovisual. Su permanencia es funcional al desguace del INCAA y del cine independiente”, expresaron las entidades en el texto de la convocatoria.
Entre los puntos citados que justifican el pedido de renuncia del funcionario, se menciona la subejecución del presupuesto pautado para 2020, “un año de crisis sin precedentes para la industria audiovisual”. También remarcan la continuidad del Plan de Fomento diseñado por Cambiemos en 2017, que burocratizó y generó trabas a la hora del cobro de cuotas y adelantos para la realización de películas, además de haberse desentendido de la distribución y exhibición de las mismas.
Además, está la preocupación sobre la posibilidad de que caduque el Fondo de Fomento Cinematográfico, situación sobre la que aseguran que no se conoce ningún tipo de política activa. De no derogarse una normativa sancionada también durante el macrismo, quedaría sin efecto el mecanismo que posibilita la realización de películas por fuera del circuito mainstream.
El escrito también refleja que “el Consejo Asesor, espacio de cogobierno del INCAA con representación de los distintos sectores de la industria en todo el país, se encuentra paralizado para la negativa de Puenzo a convocarlo. Se viola la Ley de Cine avasallando la división de poderes”.
Otros puntos sobre los que se llama la atención tienen que ver con los desfinanciamientos de festivales y muestras, a la vez que no se llamó a concurso para la realización de óperas primas, así como la falta de políticas de fomento federales, de ficción y animación. Y señalan que el Instituto no realiza ningún tipo de control acerca del cumplimiento de la cuota de pantalla, que establece un piso de proyecciones de cine nacional en cada sala del país.
“Reclamamos un cambio en la conducción y en las políticas del INCAA. De lo contrario se le dicta sentencia de muerte a una cinematografía que en sus distintas escalas de producción se ha sabido construir como una de las más importantes del mundo”, concluye la convocatoria.
Consultado por Canal Abierto, el realizador e integrante de DOCA Fernando Krichmar sostuvo que “todo esto es parte de las mismas contradicciones que muchas veces en otros tiene este gobierno. Por un lado llegó al gobierno con un mensaje de terminar con el neoliberalismo y por el otro lado vemos que hay concesiones inaceptables para lo que sería una política cultural del neoliberalismo. Y sobre todo, vemos una confusión muy grande entre que haya producción en manos de las multinacionales y la posibilidad de la soberanía audiovisual”.