Redacción Canal Abierto | Dos asociaciones ambientalistas interpusieron una Acción de Amparo Ambiental contra el Estado Nacional solicitando que la justicia federal suspenda las obras de dragado ejecutadas y por ejecutarse en los pasos críticos de la Hidrovía Paraná Paraguay, especialmente en el denominado “Paso Las Hermanas” y “Paso abajo las Hermanas”, frente a la localidad de Ramallo (provincia de Buenos Aires).
La Asociación Civil “Unidos por la Vida y el Ambiente” (UPVA) de Ramallo, y la Asociación Argentina de Abogadosy Abogadas Ambientalistas (AAdeAA) afirman que estas obras deben suspenderse en forma urgente por ejecutarse sin la realización previa, oportuna y participativa de los estudios de impacto ambiental, según establece la ley, para toda iniciativa de cambio de trazas en pasos críticos del río Paraná, profundizaciones del calado, sobre-dragados y ensanchamientos del cauce de navegación.
“Hace por lo menos de 25 a 30 años que se viene llevando adelante este sobre-dragado en la hidrovía en lo que se denominan pasos críticos, que son sectores dentro de la cuenca que por razones hidrológicas, por razones de la dinámica del régimen hidrológico y otras variables, va sedimentando de mayor forma y obliga a realizar estas tareas de dragado o de redragado”, comenta Lucas Michelaud, de la AAdeAA, en diálogo de Canal Abierto. “En estas casi tres décadas se han realizado tareas de dragado sin contar con ningún estudio de impacto ambiental y, sobre todo, estudios de impacto ambiental acumulativos o por lo menos interjurisdiccionales”, que permitan mensurar los impactos y prever las consecuencias de cualquier modificación.
“La particularidad que tiene el caso de Ramallo es que es uno de los pasos críticos más relevantes del Paraná en el tramo argentino. Esto es del kilómetro 315 al 326 aproximadamente. Nosotros advertimos que se está realizando la rectificación de la traza hacia el brazo derecho del río. En esa parte el río se abre en dos brazos (debido a la presencia de la isla Las Hermanas), la hidrovía utilizaba el brazo izquierdo y ahora empezaron a dragar del lado derecho, frente a Ramallo, en lo que se conoce como Paso Las Hermanas y Bajo Las Hermanas”, describe el letrado.
Michelaud señala varios impactos de estas mega-obras:
- relocalización y estudio de los sedimentos: los sedimentos que se remueven del lecho suelen contener materiales peligrosos, residuos peligrosos que provienen de la agroindustria, del sistema agroportuario, materiales de industrias, de fertilizantes, de agrotóxicos. Esos sedimentos deben ser evaluados antes de ser relocalizados en otros lugares de la cuenca y no se está haciendo ningún tipo de estudio al respecto.
- afectaciones a las comunidades ribereñas frente al acceso al agua de forma segura y adecuada. La remoción y recolocación de sedimentos sin su estudio y adecuado plan de gestión, implica riesgos para las tomas de agua y los procesos de potabilización.
- la profundización del calado hace que desciendan las aguas de todo el sistema, que obviamente está vinculado, entonces los humedales sufren este descenso y en épocas de bajante se secan y corre riesgo de destruirse este ecosistema asociado al río.
“Cuando profundizás el canal de navegación ingresa más agua y, en un contexto de bajante, lo que hacés es quitarle agua al sistema de humedales. Nosotros hicimos un recorrido muy de cerca todo este tiempo del valle de inundación, que es donde ingresa el agua, en todo el Delta rellenando lagunas, riachos, donde se reproducen aves y peces, está todo seco. Hay una afectación a la fauna, un gran impacto”, explica Michelaud.
“Hoy, nada de esto está siendo considerado por el Estado. Hay un montón de denuncias realizadas; nosotros hicimos una denuncia pública por las tareas de sobredragado que estaba realizando la empresa Jan de Nul de aproximadamente 60 centímetros más de lo que tenía autorizado por contrato y salió la orden 218 conminándole a que se abstengan de realizar estas tareas. Hay un descontrol por parte del Estado y una fiesta por parte de las empresas dragadoras”.
Hidrovía: un proyecto sin ninguna perspectiva ambiental
“El río no se puede adaptar a las embarcaciones que son cada vez más grandes, más gigantes. Luego de las famosas barcazas, vinieron los buques Panamax (de 39 pies de calado) y ahora se pretende que ingresen buques post Panamax. Hay una lógica del sistema de navegación comercial, del sistema agroportuario, de que ingresen a la cuenca del Río de la Plata barcos que son cada vez más grandes. Nosotros lo que estamos planteando no es que se suspenda la navegación comercial, porque sería un absurdo. Lo que estamos planteando es que no se siga profundizando más el cauce del río y que se hagan todos los estudios necesarios, las evaluaciones necesarias”.
“Que las embarcaciones se adapten al río, que el proyecto de Hidrovía se adapte a las circunstancias presentes y futuras del río, se integre con el sistema de humedales del Delta del Paraná, se integre con la preservación de la fauna ictícola”.
El proyecto de hidrovía se remonta a los años ‘90, con un enfoque totalmente desambientalizado y nunca incorporó la perspectiva de Cuenca. Para esta mirada mercantilista, el río es una autopista más y no un complejo conjunto de ecosistemas interdependientes.
Las asociaciones demandantes solicitaron a la Justicia Federal que estipule un plazo preciso para que el Estado Nacional en conjunto con las provincias y con la debida participación ciudadana, conformen el “Comité de Cuenca del río Paraná”.
Fotos: Alejo Di Risio (AAdeAA)