Canal Abierto Radio | Los humedales arden en Argentina que desde 2012 brega por una legislación que los proteja de las prácticas extractivas que se desarrollan en estos suelos que son de suma importancia para el desarrollo de la vida por su biodiversidad y rol de “esponjas naturales” que cumplen. Sin embargo, los proyectos de Ley llegan a las cámaras altas y quedan encajonados hasta perder estado parlamentario.
“Los sistemas humedales entran en conflictos con muchos intereses productivos hegemónicos como la agricultura, minería, ganadería o inmobiliarios para hacer barrios caros en esos territorios”, sostuvo Patricia Kandus, ecóloga, en diálogo con Canal Abierto Radio, destacando que “que hayan tantos proyectos presentados no habla bien del proceso legislativo porque lo hacen para sentarse a discutir sin tener mucha idea de los humedales”.
Por ello, expresó que le “gustaría que se trate una ley de humedales que tenga el eje en el cuidado del ambiente porque no es que no se quiere el desarrollo o la producción, lo que se está pidiendo es reflexionar sobre qué papel tienen los temas ambientales en neutro país y sobre todo socioambientales teniendo en cuenta que se trata de la salud pública”.
La especialista indicó que “en una sequía como la que estamos viviendo no es recomendable las quemas para pastura porque se quema el pasto y todas las raíces que antes estaban protegidas por capas de agua que ya no están, además de quemarse el suelo con gran cantidad de materia orgánica que se volatiliza. Realmente es criminal lo que se hace haciendo un manejo forzado en ese territorio para hacer agricultura industrial, no hablamos de comida sino de commodities. Y toda la ganadería se ve desplazada a lo que desde la agricultura se consideran tierras no productivas. Si bien los humedales históricamente se usaron para la ganadería, no es apto para la intensidad y tiempo que se requiere en cuestión de aumento de cabezas de ganado”.
En este sentido, explicó que “el cambio de uso del suelo”, en su mayoría “se hace sobre humedales dominados por la presencia de especies herbáceas”, sin embargo “se habla de incendios forestales -otra actividad que avanza en muchos sectores a través de pulverizaciones o rodeando con terraplenes- pero en su mayoría los humedales son dominados por plantas herbáceas, no por árboles”. Esto implica el desconocimiento porque si “es un incendio forestal pareciera que no se trata del cambio de uso del suelo” cuando en realidad esa es la práctica que se realiza.
Kandu indicó que “hay algo claro y es que estamos con una gran deuda externa, ilegítima pero reconocida, y hay todo un esfuerzo por generar divisas en gran parte para pagar la deuda. En un esquema así, en el cuál además estamos negociando inversiones en Vaca Muerta para la producción de hidrocarburos, realmente me parece una ironía o insólito hablar de cambio climático, porque eso significa cambiar los modos de consumo, cambiar de producción y disminuir el uso de hidrocarburos”.
Y alertó que “estamos haciendo todo al revés porque ni siquiera se piensa en plan de garantizar la alimentación y la vida de la mayor parte de los ciudadanos de nuestro país simplemente para generar divisas para pagar una deuda. Y de eso también se trata hablar de los humedales porque es un problema socioambiental, es cómo estamos mirando las formas de producir y de vivir desde las políticas públicas que se llevan adelante”, remarcó y refirió a la Ley de presupuestos mínimos que “tiene como objetivo garantizar la gestión mínima en todas las provincias pero lejos está de garantizar que no hayan incendios”.
La ecóloga aseguró que “legislación existe”, pero “hay que sentarse y revisar el texto para unificar los esfuerzos para que se pueda generar una norma entendiendo lo que significa una ley de presupuestos mínimos”. “Los temas se van a resolver con la participación de la gente, con hacer valer el Tratado Escazú, la Ley de Educación Ambiental y la Ley Yolanda; tres legislaciones que van en línea con el esfuerzo que se está haciendo para generar una norma de humedales que realmente puedan ayudar a repensar el vínculo entre nuestra sociedad, la forma de producir y el ambiente”, finalizó.