Canal Abierto Radio | Se cumplen 12 años del asesinato de Mariano Ferreyra, militante de 23 años del Partido Obrero, a manos de una “patota” vinculada a la conducción de la Unión Ferroviaria (UF) durante una protesta gremial por el impedimento del ingreso a planta permanente de los tercerizados. En el ataque también resultaron heridos Elsa Rodríguez, del Polo Obrero, y el trabajador Ariel Pintos.
Diego Rojas, periodista y autor del libro “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”, dialogó con Canal Abierto Radio en torno a las responsabilidades materiales e intelectural de uno de los crimenes políticos mas resonantes de las últimas décadas.
“La idea era ver qué había detrás de ese hecho violento y criminal, porque era una movilización de trabajadores tercerizados del ferrocarril, un método que hoy está en auge en el campo laboral, que se movilizaban para pedir el pase a planta permanente porque cobraban un tercio de lo que cobrara un trabajador bajo convenio”, contextualizó.a
“Lo más tremendo es que los burócratas de la Unión Ferroviaria tenían empresas registradas a su nombre”, manifestó Rojas, y recordó que la “justicia cuando allana el departamento de Puerto Madero de José Pedraza (secretario General de la Unión Ferroviaria), encuentra folletería en su escritorio donde vendía a las empresas del Estado el servicio tercerizado. Le interesaba más sostener su nivel de vida que leer los expedientes de las condiciones de trabajo de explotación que sufrían los trabajadores tercerizados”.
Pedraza fue detenido casi tres meses después y murió en la cárcel. “Durante el juicio se condenó a un comisario a diez años de prisión y sus subalternos como cómplices con penas menores por liberar la zona, algo que Aníbal Fernández aseguró que no había sucedido y que ponía sus manos en el fuego por ello. No se llegó a mencionar ni siquiera como testigos a los Cirigliano y empresarios del ferrocarril que se venían beneficiando con las políticas del kirchnerismo desde hacía mucho tiempo”, apuntó el periodista. “Los negocios entre los Cirigliano y la Unión Ferroviaria estaban vinculados porque a ambos les interesaba ese sector”.
“Aquel 20 de octubre por la mañana, cuando la policía y la patota de Cristian Favale reprimían a los trabajadores, se estaba realizando un encuentro de empresarios ferroviarios donde las empresas de Cirigliano y las tercerizadas de la UF analizaban cómo mejorar las condiciones del negocio en el país”, indicó.