Redacción Canal Abierto | El proyecto de Ley de Humedales elaborado y consensuado en 2020 por más de 380 organizaciones, legisladores y especialistas se encuentra frenado en la Cámara de Diputados. No es la primera vez que sucede: la iniciativa volvió a presentarse en marzo del año pasado tras varios intentos truncos, sea por inacción legislativa, el lobby extractivista o ambas.
Ante este escenario y el riesgo de que vuelva a perder estado parlamentario, Amnistía Internacional elaboró un documento sobre la expansión de los incendios forestales en nuestro país y su relación con la perdida de humedales.
El dato más alarmante del informe es la confirmación de que durante 2022 todas las provincias argentinas fueron alcanzadas por el fuego: las jurisdicciones que se vieron más afectadas fueron Corrientes, con más de 147 mil hectáreas incendiadas; San Luis, con 97 mil; y Chubut, con 80 mil hectáreas. Según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), las acciones humanas son responsables del 95% de los incendios: “La negligencia, los fogones mal apagados y la quema intencional de pastizales son algunas de las prácticas más riesgosas que inician los grandes incendios en el país”.
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El trabajo que publica la organización de derechos humanos destaca el rol clave que tienen los humedales para la mitigación y la prevención de los incendios. Además de representar el 21% de la extensión del territorio nacional, estos territorios húmedos son barreras naturales que ayudan a prevenir el avance del fuego y amortiguan los efectos de las tormentas e inundaciones al absorber el agua lentamente. También combaten el cambio climático porque almacenan carbono, reteniendo gases de efecto invernadero.
“En un contexto de profundización de la crisis climática en todo el mundo con un impacto en los derechos humanos de miles de personas, es fundamental que los Estados redoblen sus esfuerzos para cumplir con sus compromisos internacionales en cuestiones ambientales. Una de las estrategias para la mitigación de los incendios es la conservación de los humedales. Por eso es clave que Argentina avance en la sanción de la ley de humedales que ofrezca las mayores garantías posibles para la protección de los territorios”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Se estima que en los últimos 300 años ha desaparecido el 87% de los humedales del planeta. Las principales causas de degradación y vulnerabilidad son la ampliación de la frontera agrícola, el uso de agrotóxicos, la actividad minera, la sobreexplotación de bienes naturales, el desarrollo industrial e inmobiliario, las especies invasoras y el desecho de residuos mal tratados.
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Los humedales son zonas de tierra inundadas de forma temporal o permanente. El agua es el elemento clave que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones. La desaparición de estos ecosistemas impacta de diversas formas en nuestra vida y los recursos que nos rodean.
A modo de ejemplo, en mayo de 2020 el Río Paraná sufrió una bajante histórica, que afectó la pesca y obligó a drenar aún más el lecho para que los barcos de gran porte que sacan la producción cerealera nacional desde los puertos cercanos a Rosario no encallaran. La bajante se repitió el año pasado, mas o menos por las mismas fechas, época de escasez de lluvias. Desde el Instituto Nacional del Agua explicaron que el fenómeno se debió, en gran parte, a que allí donde había humedales, hoy hay plantaciones: el agua que antes era absorbida por el humedal en épocas de lluvias y drenada lentamente manteniendo un caudal estable, hoy escurre al río y provoca, alternativamente, inundaciones y sequías.
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