Redacción Canal Abierto | La jefa del Comando Sur, Laura Richardson, acaba de desembarcar en nuestro país… una vez más. En esta oportunidad, se reunió con el ministro de Defensa, Jorge Taiana, en el Edificio Libertador. Según trascendió, los temas de conversación giraron en torno a una preocupación particular del gobierno de Joe Biden: la relación entre Argentina y China.
Sobre el tema, Claudio Lozano, candidato a presidente por Unidad Popular en el Frente de Todos, indicó que esta visita —al igual que las de otros funcionarios norteamericanos que se vienen sucediendo regularmente— tiene directa relación con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
“Desde aquel momento (2018), advertimos que la decisión del FMI de otorgar un crédito absolutamente irregular, que incumplía expresamente con su propio Estatuto y que le otorgaba todo el monto del préstamo al gobierno de Mauricio Macri, al tiempo que colocaba vencimientos incumplibles sobre el gobierno siguiente tenía una sola explicación: estábamos en presencia de un crédito que no era un stand by más, era un crédito con un claro contenido geopolítico que buscaba alinear a nuestro país con los intereses de los Estados Unidos en la región en el marco de la disputa por el reparto del mundo que el país del norte lleva, guerra mediante, con la República Popular China”, aseguró el ex director del Banco Nación.
En el mismo sentido, remarcó que es por esa razón el crédito del FMI “nunca debió encararse solo desde el punto de vista financiero”.
Paren de venir
La llegada de Richardson ocurre a pocas semanas de la reunión entre el presidente Alberto Fernández y Biden en Washington, de la visita de la subsecretaria de Estado norteamericano, Wendy Sherman, y la del presidente de la Comisión Reguladora Nuclear del mismo país, Christopher Hanson.
De acuerdo con la mirada de Lozano, la respuesta de Sherman al pedido de Alberto Fernández de que Estados Unidos nos otorgue un puente financiero de confianza fue, claramente, la promesa de un futuro promisorio “si aceptábamos el dolor de las medidas que había que adoptar en el corto plazo”. “Nos informaron así que el puente a otorgarnos nos plantearía dificultades relevantes para transitarlo”, recalcó.
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En este sentido, afirmó que el objetivo es abortar cualquier posibilidad de que nuestro país adquiera equipamiento militar por fuera de los intereses norteamericanos. “Se trata, por ejemplo, de frenar la compra de aviones caza JF17 THUNDER chinos nuevos, y reemplazarlos por la adquisición aviones caza usados, dados de baja por la fuerza aérea dinamarquesa”, detalló.
A su vez, resaltó que Hanson “nos hizo saber que Washington vería con sumo desagrado que Argentina se aliase con China para incrementar nuestro desarrollo. Traducido al castellano: frenar la construcción de Atucha III”.
“Por último, el retorno de la Jefa del Comando Sur a nuestras tierras debe inscribirse en sus conocidas afirmaciones respecto a la importancia que nuestras riquezas (minerales, hidrocarburos, reservas de agua potable) tienen para su seguridad nacional (la de ellos)”, concluyó.
Una cuestión soberana
Para Lozano, una vez más, el FMI fue “utilizado como ariete de la política norteamericana en la región”. Así, la imposibilidad de la Argentina de cumplir con metas o pagos “es la clave para subordinar al país”.
Y agregó: “Todo esto, además, ocurre en el marco de la presencia de Lula (da Silva) en China y de la llegada a América Latina del canciller ruso, visitando Brasil, Bolivia, Venezuela y Cuba. Es decir, excluyendo a la Argentina, evidenciando el claro alineamiento que nuestro país sigue respecto a la estrategia geopolítica de los Estados Unidos”.
“Este acuerdo debe ser cancelado por su impacto inflacionario y recesivo que es aún mayor en el marco de la sequía, pero también porque cancela nuestro futuro arrasando con nuestra soberanía”, sentenció.