Redacción Canal Abierto | Este 19 de abril, con el Día del Indígena Americano como marco y en el inicio de la Semana de los Pueblos Indígenas –entre el 19 y el 25 de abril–, una movilización de representantes de pueblos originarios marchó del palacio del Congreso Nacional a la Casa Rosada donde fue recibida por el Presidente Alberto Fernández.
El mandatario se reunió con 23 delegados y delegadas de diferentes comunidades de todo el país acompañados por dirigentes de la CTA Autónoma, la Corriente Clasista y Combativa –con un gran trabajo con las comunidades del Chaco– y el Movimiento Evita.
“El compromiso es armar una agenda indígena con todas las demandas que hemos traído como pueblos. Expresamos la preocupación de que vemos como han crecido la xenofobia y el racismo y pusimos el ejemplo de Mendoza –donde la legislatura provincial aprobó un proyecto de declaración que señala que “los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos”– y también nos manifestamos en relación a que las hermanas mapuche (del lof Lafken Winkul Mapu) siguen presas y necesitamos que ellas y sus niños estén libres. El compromiso del Presidente fue seguir en ese diálogo social con nosotros”, declaró Miriam Liempe, secretaria de Relaciones con los Pueblos Originarios de la CTA Autónoma. La comitiva de la central estuvo encabezada por su secretario General, Hugo “Cachorro” Godoy” y Omar Giuliani, secretario General de la FeNaT – CTAA.
Las y los representantes comunitarios destacaron entre las demandas planteadas al Presidente, y a la Cámara de Diputados en un pliego que entregaron antes de iniciar la movilización: la necesidad del “reconocimiento del genocidio” por parte del Estado, la necesidad de una “reparación histórica” y el cumplimiento de la Constitución Nacional y las leyes que protegen sus derechos y del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas, particularmente la obligación de realizar la consulta previa, libre e informada antes de cualquier obra o emprendimiento en sus territorios que impacte sobre la vida y el ambiente de las comunidades. También pusieron énfasis en el reclamo por “tierras aptas y suficientes en las ciudades y el campo y el otorgamiento de títulos comunitarios” de las mismas, derecho consagrado constitucionalmente por el artículo 75 inciso 17.
“No podemos dejar pasar este intento de los terratenientes de desalojarnos y concretar nuestro desarraigo, desconociendo nuestros derechos, fomentando el racismo y la xenofobia. Venimos a decirle a toda la sociedad que estamos más vivos que nunca y al Estado que es necesario que haya una agenda de trabajo con los pueblos originarios y una política de arraigo. No queremos ser una moneda de cambio ni parte de los acuerdos que los gobiernos tienen con el FMI”, sostuvo Jorge Angulo, del Consejo de Pueblos Llankaj Maki – FeNaT de Jujuy.
Fotos: Luciano Dico