Redacción Canal Abierto | El presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía Sergio Massa encabezarán el domingo la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), en la ciudad bonaerense de Saliqueló.
La obra de ingeniería, considerada como la más importante de los últimos 50 años, se concretó en un plazo récord de 10 meses y atravesó cuatro provincias: desde la planta de tratamiento de gas en la neuquina Tratayen, emplazada en el corazón de Vaca Muerta, pasando por Río Negro, La Pampa y la provincia de Buenos Aires.
Se prevé que sólo este año permitirá un ahorro superior a los US$ 2.000 millones en importaciones. Según cálculos oficiales, el monto se podría duplicar a partir de 2024. “Una obra que cambia la historia”, afirmó el precandidato presidencial de Unión por la Patria.
Sin embargo, el gasoducto fue centro de múltiples debates e internas en el Gobierno, a tal punto que hace poco menos de un año precipitó la salida abrupta del por entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. El otrora principal asesor económico de Alberto Fernández cuestionaba la licitación para la provisión de los caños, adjudicada en junio de 2022 a Energía Argentina (Enarsa, ex IEASA) y la empresa SIAT S.A., del grupo Techint.
La polémica incluso llegó a la Justicia, donde el propio Kulfas declaró como testigo ante el juez federal Daniel Rafecas en la causa que investiga supuestas irregularidades en el llamado a licitación. «No me consta que haya delito», dijo el ex funcionario, bajándole el precio a los cruces previos con el sector que responde a la vicepresidenta.
Otro eje de los cuestionamientos gira en torno a la cuestión ambiental, dada la evidente colisión entre los compromisos asumidos por Argentina en la COP27 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) y la profundización del perfil hidrocarburífero de nuestro país que traerá aparejado el gasoducto y el consecuente aumento de la explotación de Vaca Muerta.
En la misma línea figuran los múltiples reclamos de los pueblos originarias, cuyo derecho constitucional a una Consulta Previa, Libre e Informada no fue tenido en cuenta antes ni durante la obra.
La inauguración de este domingo, en coincidencia con la fecha en la que se conmemora la Declaración de la Independencia del 9 de julio de 1816, reunirá por pimera vez en un escenario a los referentes de los tres principales vértices del oficialismo. Así, después de un cierre de listas tenso y plagado de cruces, el oficialismo intentará dar un mensaje de unidad. En particular, para aquellos sectores de la militancia que aún no terminan de digerir la fórmula presidencia encabezada por el ala más promercado de la alianza oficialista.
En este sentido, parece cada vez más difícil el esfuerzo kirchnerista por imprimir una épica soberanista en torno al gasoducto. No sólo por las recientes declaraciones de Massa sobre su eventual gobierno: «La obsesión del próximo Presidente debe ser juntar los dólares para pagarle al FMI y sacarlo del país».
Es que si el tigrense no fue lo suficientemente claro –o acaso fallara la comprensión de texto de algún desprevenido-, el director de la Dirección General de Aduanas (DGA) y hombre cercano al presidenciable, Guillermo Michel, dejó bien en claro: “Al FMI le vamos a pagar con los dólares que genere el gasoducto”.