Canal Abierto Radio | Tras días de negociaciones, la comitiva del ministerio de Economía que se encuentra en Washington no puede aún anunciar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional a pocos días del próximo vencimiento y otros más de las PASO en las que el titular de dicha cartera, Segio Massa, es uno de los precandidatos presidenciales del oficialismo.
El economista especializado en finanzas del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas Alejandro López Mieres analizó la situación en diálogo con Canal Abierto Radio. “Todo esto me recuerda a la película El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel, en la que hay un grupo de burgueses que va caminando permanentemente en distintas direcciones y no van a ningún lado. Me pareció una buena metáfora de lo que está pasando ahora”, ironizó.
Uno de los aspectos que destacó López Mieres es el de la composición de la comitiva: “lo tenés al viceministro Rubinstein, a Macdur que es jefe de asesores de Economía y Lisandro Cleri que es el vicepresidente el Banco Central. Pero se sumó también Raúl Rigo como secretario de Hacienda. Esto da a entender que el tema fiscal tenía mucha incidencia en lo que podía hacer esta esta nueva negociación” .
Por otra parte, el economista se refirió a la combinación de los tiempos del FMI con los de la política de nuestro país. Al respecto señaló que “el 31 de en julio, el staff del Fondo Monetario se toma vacaciones. Y cuando decimos que se toman vacaciones es que se toman vacaciones, no hay vueltas. Por otro lado, desde que el staff aprueba algún plan alternativo en general pasan unos días hasta que el directorio lo aprueba, en promedio son entre 15 y 20 días. Por lo tanto, cualquier cosa se estaría aprobando después de las PASO. Es por eso que lo que está trascendiendo es que va a ser como una especie de espera hasta las PASO para poder definir qué va a salir de esto o de qué plan estamos hablando”.
“Históricamente -continuó explicando- cuando un acuerdo de facilidades extendidas, que es el que nosotros tenemos, o un standby, que es un acuerdo más tradicional, se incumplía o alguna meta de las pactadas se incumplían, lo que se hacía era pedir un weaver, que es un perdón. Lo que pasa ahora es que, vía la sequía, todos los ratios pactados con el Fondo Monetario realmente se cayeron dramáticamente”.
Y detalló: “Las reservas netas del Banco Central, el planteamiento monetario del Banco Central al tesoro y el déficit. El tema más dramático es el de reservas. La cantidad que perdió Argentina a lo largo del 2023 es un escenario caótico y dramático. No hay antecedente relativamente cercano de tener una situación con las reservas netas como la que estamos teniendo”.
El economista planteó que “cuando vence el segundo trimestre la meta ajustada era más o menos haber acumulado reservas netas por 7.500 millones de dólares y ahora tenemos reservas negativas 7.700”, y vaticinó que “el gap es insalvable en ese sentido”.
“Una de las metas que se había cumplido al cabo el primer trimestre era el financiamiento monetario y también se incumplió en el segundo porque fue necesario emitir adelantos transitorios al Tesoro no solo para pagar lo que fue el déficit fiscal al cabo de los últimos meses sino que hace unas dos semanas se pagaron los cupones de los bonos emitidos en la reestructuración del 2020 por 1.000 millones de dólares y la forma de pagar que tuvo el Tesoro fue pedirle adelantos transitorios al Banco Central para comprarle dólares al mismo Banco Central y poder pagar esos bonos”, describió el analista del IPyPP.
“El déficit primario está por encima de los requerido. Con lo cual, la diferencia que hay entre lo firmado con el Fondo Monetario y la realidad son tan grandes que es altamente improbable que esto tenga la forma de weaver, sino más bien que haya que estructurar un nuevo acuerdo”, advirtió.
Otro aspecto es la amenaza de recurrir a otros actores internacionales ante la dureza del FMI ensayada por Massa. “De ahí las discusiones, de ahí las peleas y de ahí esta lógica pendular de Massa de decir que si Estados Unidos no pone lo que hay que poner nosotros nos vamos con China. De hecho, el último antecedente del último pago al Fondo Monetario no solamente incluyó DEGs, que tenía el Banco Central y ahora ya no tenemos más, sino los yuanes. Y todo hace pensar que el pago, que es a fin de mes y suma 3.400 millones de dólares, la única forma que tiene Argentina de afrontarlo es monetizando el swap con China y por supuesto usando prácticamente el 100% de esos yuanes transformados en dólares para pagarle al Fondo”.
Además del gigante asiático, el ministro de Economía mantuvo un encuentro con Mohamed Maait, su par egipcio. Es que el país africano escolta a Argentina en el ranking de deudores del organismo y un eventual default coordinado entre ambos países lo pondría en jaque. Al respecto, Lopez Mieres subrayó que “las acreencias en conjunto de Argentina y Egipto llegan al 38% de la cartera de préstamos del FMI. Por supuesto este tándem tendría un impacto no solamente en lo financiero, sino en lo político. Porque el nivel de exposición concentrada que tiene el Fondo Monetario en estos dos países es tan grande que hace carne la famosa frase que si vos debes 10 pesos el problema es tuyo, si vos debés cientos y cientos de millones, el problema es del acreedor. Y en este caso se podría hacer un tándem para hacer esa presión política”.
En tal sentido, planteó que “hay que considerar también que respecto a la Argentina, aparentemente y dadas las negociaciones que se dieron, existiría ya un apoyo de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos que habría instruido a su representante en el FMI Robert Powell respecto a un apoyo no explícito. Que no sería respecto a un plan determinado, pero si a no dejar caer a la Argentina”.
“Esto no lo hacen porque sean buenos, sino porque en su pelea con China, la chance que tiene Argentina es de seguir dependiendo de China. Estamos cambiando el acreedor, que en este caso sería el FMI, por China. Si Argentina decidiera pagar los 7.700 millones de dólares que restan pagarle al Fondo Monetario de acá al 10 de diciembre, es decir, durante todo este gobierno, tendría una deuda con el Fondo de 33.000 millones de dólares, pero alcanzaría una deuda con China del total del swap, porque esto implicaría una habilitación a ampliar el swap a los 18.000 millones”, detalló.
López Mieres hizo referencia a un trabajo que muestra que “entre el año 2016 y el año 2021, China asistió financieramente a países emergentes por 185.000 millones de dólares. Está habiendo una mutación mundial respecto al rol del FMI, que deja de ser ese prestamista de última instancia intocable para pasar a tener otro más”.
Qué dice el último Reporte del Sector Externo
Otro dato que puso sobre el tapete es el Reporte del Sector Externo difundido por el FMI, en el que entre otros puntos se indicaba que Argentina deberá unificar el tipo de cambio. “El informe más o menos traducido se denomina Rebalanceo externo en tiempos turbulentos y habla de los preceptos que tienen que cumplir los distintos países que son deudores del FMI para arreglar sus cuentas externas e internas y habla específicamente de Argentina”, comenzó explicando López Mieres.
Y remarcó que “estas prescripciones son las típicas del Fondo Monetario en su concepción neoliberal. En el caso específico de Argentina está hablando de unificar el tipo de cambio, que implica devaluar dramáticamente porque este dólar unificado estaría más cerca del paralelo que el oficial”.
En plan de análisis, el economista dijo que «en este contexto, a dos semanas de las PASO, es un suicidio político y no tendría ningún tipo de sentido. Esto es lo que nos explica la demora y la factibilidad de que el Fondo firme esta especie de puente temporal para volver a discutir después de las PASO y también condicionado por el resultado de las primarias”.
Y prosiguió: “lo otro que nos pide es una política monetaria restrictiva. Es algo que ya vivimos durante el macrismo. Esto implica tasas de interés real altas que induzcan al ahorro y no induzcan al consumo. Esto por supuesto destruye a los que se tiene que financiar, a las pymes”.
En este contexto, López Mieres planteó que el país se enfrenta a cuatro posibles caminos: “uno es oscicar y devaluar. Eso sería un suicidio político, descartémoslo, eso no va a pasar. El otro extremo sería que, de alguna forma, el que capitule sea el Fondo aduciendo que Estados Unidos da el OK. Pero están los otros países que votan y acá hay una cuestión reputacional. Esto es una intuición que tengo, que el Fondo no va a bancar estos desvíos de Argentina más allá de lo que ha sido la sequía. Le va a imponer un nuevo plan mucho más estricto que el anterior, hacia eso es a lo que se apunta”.
“Entonces, las mayores probabilidades que nosotros podemos ver en este momento es que Argentina empiece a pagar todos los vencimientos con yuanes, esa sería en mi opinión el más probable y después está el default tradicional con otro tipo de de consecuencias”, añadió.
“De todas formas, cualquiera sea la decisión política o la decisión que se tome en función de estos escenarios, la situación de reservas netas de Argentina llega a un nivel absolutamente inviable. Estamos hablando de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares en negativo de reservas. Así que realmente la situación es altamente complicada”, concluyó López Mieres.
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Ilustración: Marcelo Spotti