Canal Abierto Radio | A principios de año, la Administración General de Puertos (AGP), comenzó a cobrar un peaje a las barcazas que circulan por el tramo nacional de la Hidrovía del Paraná -el de Confluencia-Río de la Plata- para financiar su mantenimiento.
Esto despertó el rechazo de distintos países, en particular del gobierno paraguayo. Un diputado del vecino país llegó a pedir ir a la guerra, aunque enseguida se arrepintió.
El diálogo con Canal Abierto Radio, Julio César Urien, de la Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua, explicó que “Argentina se ocupa en ese tramo soberano de la draga, balizamiento y control, con costo argentino”, mientras que “el 90% de los trenes-barcazas que circulan por ese tramo no son argentinos”. Ante lo cual, “se planteó cobrar un pequeño peaje, de U$D 1,57 por tonelada, para financiar el mantenimiento”. “También les dragamos el brazo del Paraná-Bravo hacia el puerto uruguayo Nueva Palmira, con costo argentino”, agregó.
Para el especialista, la cuestión de fondo es la presión de Estados Unidos a favor de las grandes cerealeras, que en su mayoría son de capitales norteamericanos.
“Todo el tramo del río Paraguay, que pasa por Paraguay, es dragado por el ejército de Estados Unidos, entonces ahí hay una fuerte presencia. Y ellos, a través de la Cámara de Comercio paraguayo-norteamericana bancan a las grandes cerealeras que en su gran mayoría son norteamericanas. Ese complejo presiona para que no les cobren ningún peaje por el dragado y el mantenimiento del tramo argentino”, indicó. “Detrás de eso también está el FMI que pone condiciones y los fondos buitres que invierten con estas cerealeras”, denunció.
Para presionar, Paraguay anunció que retirará el 100% de la energía que le pertenece de Yaciretá y que dejará de enviar energía a nuestro país. “Como ya señaló el ministro Sergio Massa, nos reclaman 150 millones de dólares que debemos por el pago de energía, pero hay que recordar que la represa Yaciretá fue construida en un 100% por Argentina, y Paraguay nunca pagó el 50% que se había comprometido a pagar”, aclaró.
En síntesis, “creemos que es justo que se cobre este pequeño peaje”, y sugirió que Argentina podría retirarse del Tratado de la Hidrovía en defensa de su soberanía.
¿Y la soberanía?
Éstos temas, claves para la discusión del modelo de desarrollo nacional, están ausentes e incluso opacados por la campaña electoral. Para Urien esto es “muy preocupante”.
Y enumeró otros tópicos de gran peso sobre los que casi no se habla. Por ejemplo, “en Tolhuin, Río Grande, se instaló una base con un radar muy sofisticado británico-canadiense que ya el ministerio de Defensa planteó que vulnera todo el sistema de defensa argentina. Está la orden de desactivarla pero sigue funcionando”, apuntó.
Además, “hay una empresa israelí que está empezando una exploración petrolera en la zona ocupada por los británicos”, y hace poco se conoció que un grupo chileno “compró 60.000 hectáreas en Calafate donde hay glaciares”. “Esto ya fue denunciado por Eduardo Barcesat”, indicó.