Redacción Canal Abierto | El triunfo de Javier Milei ya se está sintiendo en los lugares de trabajo. Trabajadores y trabajadoras de distintas dependencias estatales se encuentran en estado de alerta y asamblea ante los anuncios de recorte, privatizaciones y cierres por parte del Presidente electo o su entorno. También se conoció del envío de telegramas de despido en empresas constructoras vinculadas a la obra pública, cuyo cese también fue bandera del futuro mandatario.
Ahora se conocen situaciones en empleos de la actividad privada que se ven afectadas por el cambio de Gobierno. En la planta de Toyota, la empresa comunicó que los trabajadores que se encuentran fuera de convenio no serán alcanzados por la paritaria de quienes lo están. Los aumentos y beneficios que consigan éstos, no se trasladarán automáticamente a sus compañeros, sino que éstos lo deberán discutir de manera individual con la gerencia.
Otras automotrices abrieron el registro para retiros voluntarios. Se trata de la planta de Nissan-Renault en el barrio Santa Isabel de Córdoba, que apuesta a que alcance a unos 450 empleados ante la perspectiva de una caída en la producción. La misma razón motivó a la planta de Mercedes Benz en La Matanza a tomar la misma determinación.
En la planta de Pacheco de la multinacional de la alimentación Mondelez, la avanzó con un plan de ajuste insinuado en junio de éste año, pero que se vio apagado hasta luego de conocerse el nombre del nuevo habitante de la Quinta de Olivos.
A partir del triunfo del economista híperliberal, la empresa activó la ofensiva para imponer la baja en los tiempos de descanso de los operarios y avanzar en la implementación del 3×1, medida que hace que en esos momentos un trabajador cubra la tarea de cuatro, tres que toman descanso más el propio.
A diferencia de las automotrices, Mondelez no estaría atravesando un problema de producción. Así lo detalla Víctor Tévez, trabajador de la planta de Pacheco, quien explicó a Canal Abierto que “en la línea que trabajo yo, hace dos años producíamos 80.000 toneladas con 2.200 trabajadores; hoy estamos en 70.000 con 1.100, y el resto va a otra línea. Es decir, que están produciendo el doble, con menos gente”.
Entre los detalles que dio el obrero, está el dato de que la mayoría de la producción que sale de esa planta no va al consumo interno, sino que se destina a la exportación. “La mayoría de la mercadería se va afuera. No es que quede acá o vaya a Precios Justos. Ya tienen la producción programada y por eso están desesperados por sacarla y nos vienen a apretar a los trabajadores. Porque ellos tienen más líneas, pero nosotros seguimos trabajando en condiciones precarias”, sostuvo.
Estas modificaciones habían sido planteadas por Mondelez al Ministerio de Trabajo bonaerense en junio de este año. Aún no se habían producido las primarias que dejaron el escenario planteado para que La Libertad Avanza se hiciera con la Presidencia de la Nación.
En una asamblea realizada en septiembre los trabajadores definieron la oposición a la propuesta empresarial. “La empresa lo implementó de prepo a espaldas de la representación gremial, no respetando lo que se votó en asamblea. A partir de ahí empezamos a trabajar a reglamento. Luego hubo una audiencia entre las partes en el Ministerio de Trabajo el 22 de noviembre, con el resultado de las elecciones. La empresa volvió con su postura, a lo que nosotros repetimos que no”.
“A partir de entonces, los gerentes comenzaron a recorrer la planta apretando a los trabajadores para que aceptamos. Estamos viendo si nos aplican la conciliación obligatoria y mientras tanto tratamos de visibilizar. De ser necesario, cortaremos la Panamericana o las puertas de la fábrica”, adelantó Tévez.
Ilustración: Marcelo Spotti