Redacción Canal Abierto | “Fue tan fuerte lo que empezamos a hacer, mezcla de motosierra y licuadora, no voy a negar que hay licuadora, un ajuste tan rápido tiene licuadora también, obvio. Lo que pasa es que, si la licuadora se vuelve permanente, se vuelve motosierra”. Así describía el propio Javier Milei su plan económico durante una visita al colegio de su infancia, Cardenal Copello, en medio de descontextualizados ataques a “comunistas” y comentarios burlones sobre los desmayos de dos jóvenes del auditorio.
Para desgracia para empresarios y trabajadores, los números que acaba de informar el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) evidencian el “éxito” del programa presidencial: la licuación de ingresos y el brutal ajuste sobre casi todos los sectores de la economía hizo que en enero la construcción se derrumbara 21,7% y la industria 12,4%.
La crisis golpeó fuerte a catorce de dieciséis de los rubros manufactureros. Algunos ejemplos: Alimentos y bebidas, con una baja del 6,4%; Sustancias y productos químicos, Maquinaria y equipo, 33,5%; o Industrias metálicas básicas, con 19,3%.
Una muestra concreta del efecto en este último sector fue el reciente anuncio de la siderúrgica Acindar, una de las dos más grandes del país, sobre la paralización de todas sus plantas en el país por un mes a raíz de la caída “abrupta” de sus ventas, en torno al 40% en los últimos meses.
En este marco, la novedad es que desde esta mañana los trabajadores de la compañía realizan un corte total de tránsito en la autopista Buenos Aires – Rosario, a la altura de la ciudad de Villa Constitución.
Otro informe reciente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) confirmó la fuerte merma manufacturera, en torno al 30%, también durante el segundo mes de gobierno de Javier Milei.
“Las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses. La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial”, reconoce la cámara empresaria.
En declaraciones radiales, Alberto Kahale, vicepresidente primero de la CAME, advirtió sobre las implicancias de este programa económico en los niveles de producción y empleo.