Redacción Canal Abierto | El frente de tormenta que acecha a la zona del AMBA y gran parte de la provincia de Buenos Aires pone en relieve la importancia del Servicio Meteorológico Nacional en momentos en los que se encamina al destino que tiene toda dependencia del Estado para el gobierno de Javier Milei: su achicamiento.
Al igual que en todas las áreas del Estado Nacional, en el ente que se encarga de observar y pronosticar el estado del tiempo acecha la amenaza de despidos de personal a partir de la no renovación de los contratos que empiecen a vencer a partir de abril.
Y, también al igual que en el resto de los organismos, el personal que trabaja mediante contratos a término o como monostributista no está abocado a tareas puntuales o transitorias, sino que realizan la misma labor que compañeros que están en planta permanente y tienen antigüedadades que pueden llegar a los 30 años.
En todo el mundo, el área meteorológica es cubierta por el Estado. La única excepción es Nueva Zelanda, donde es una entidad mixta.
El 31 de marzo vencen 670 contratos y el Ministerio de Defensa, cartera de la que depende el SMN, pidió un listado con los contratos que no sobrevivirían a ese deadline. “Cada organismo está obligado a presentar una lista de trabajadores que van a ser despedidos. En nuestro caso se mandan a Defensa, donde determinarán si están conformes con las listas que se presentan o si quieren más. Y en este momento nosotros consideramos que las 670 personas que trabajan bajo esa modalidad son necesarias para el funcionamiento del SMN”, detalló a Canal Abierto Silvina Romano, delegada de ATE-SMN.
Lejos del sueño húmedo con el que La Libertad Avanza llegó al Gobierno según el cual el Estado debe salir de toda actividad, no hay casos de servicios meteorológicos a cargo del sector privado. En todo el mundo, esta área es cubierta por el Estado, con una sola excepción, Nueva Zelanda, donde es una entidad mixta.
La envergadura de las áreas que el servicio meteorológico atiende, hace inviable que una empresa pueda hacerlo y sacar un lucro económico, que es lo que por su propia naturaleza mueve al sector privado a dedicarse a cualquier actividad.
“Somos un servicio para la comunidad, para la soberanía, somos un servicio territorial. La importancia es que somos la voz oficial en la materia, hacemos el pronóstico y el sistema de alerta temprana. Nuestro trabajo es fundamental en el área de producción de nuestros pronósticos, que son fundamentales para la agricultura, para la hidrografía y para los vuelos en el área de aeropuertos. Los pronósticos aeronáuticos permiten la posibilidad de tener el tráfico aéreo normalizado para saber si se puede o no despegar o aterrizar un avión”, explicó la trabajadora.
Además, el SMN tiene un rol estratégico a nivel mundial, siendo que nuestro país integra distintos organismos internacionales y convenios a partir de la sanción de varias leyes, como la 14.001/1950 que ratifica el Convenio de la Organización Meteorológica Mundial.
El Convenio de la OMM permite que todos los miembros de las Naciones Unidas que tengan un servicio meteorológico la integren y llama a los países a seguir el Reglamento Técnico de la OMM. Se trata de un marco internacional para la normalización y la interoperabilidad, que consiste en prácticas y procedimientos normalizados y recomendados; adoptados por el Congreso Meteorológico Mundial para su aplicación universal por todos los miembros.
Al respecto, Romano explicó: “Tenemos obligaciones internacionales que un privado posiblemente no te las quiera brindar. El dato meteorológico observado en la Argentina es transmitido a los bancos mundiales de datos, los cuales son tomados por el resto de los servicios meteorológicos para a su vez elaborar los de su región”.
El SMN tiene un rol estratégico a nivel mundial, siendo que nuestro país integra distintos organismos internacionales y convenios a partir de la sanción de distintas leyes, como la ley 14.001/1950 que ratifica el Convenio de la Organización Meteorológica Mundial.
Más allá del carácter colaborativo que hace que los sistemas de cada región funcionen, el de Argentina tiene la particularidad de abarcar una gran zona de América del Sur en la que debe hacerse vigilancia volcánica. “Los volcanes continuamente tienen cenizas, lo que se llama la pluma de la ceniza volcánica. Nosotros tenemos la obligación de emitir esos avisos de ceniza volcánica que son tomados por el resto de los países, no solamente de América del Sur, sino a nivel mundial para saber si un avión puede o no tomar una ruta”, señaló la delegada.
“Imagínate que no emitís ese aviso y tenés un avión que está tomando una ruta que coincide con la pluma de ceniza volcánica. Es obvio lo que puede llegar a pasar: tenés miles de vidas que se pueden llegar a perder”, advirtió.
“La gente lo que ve es la cara del servicio, que es solamente el estado del tiempo y el pronóstico. Y nosotros estamos divididos en un montón de áreas y cada área alimenta la otra. Lo que el público lee es el pronóstico general. Pero para llegar a eso vos tenés el observador meteorológico que como su palabra lo indica observa variables, ese dato lo transmite y el pronosticador lo transforma en un pronóstico”, señaló.
“¿Qué pasa si dejás de tener un observador meteorológico? Dejás de tener ese dato y ese dato no se convierte en pronóstico. Entonces, cada función nuestra tiene perfiles y puestos muy bien definidos y no puede ser reemplazado por otra persona que está dentro del servicio, porque ésta a su vez tiene otra función”, explicó.
Y concluyó: “en la política de achique que está llevando a cabo este gobierno, porque el achique es total, te va a dejar sin puestos de trabajo y te va a hacer perder productos. Entonces, por ejemplo, si te despiden gente de una localidad de cualquiera de las provincias argentinas, esa localidad se queda sin su propio dato y no va a tener su propio pronóstico”.