Redacción Canal Abierto | En respuesta a los más de 11.000 despidos implementados por el gobierno de Javier Milei, ATE realizó hoy una nueva jornada de lucha que consistió en un paro nacional y movilización al Ministerio de Economía de la Nación, con réplicas en distintos puntos del país.
Esta medida se dio dos días después que los ingresos masivos de despedidos a las dependencias de las que fueron echados en el día que se retomaban actividades tras el fin de semana largo en cuyas vísperas se conocieron las cesantías.
Acompañadas por un momo que emula al Presidente, y colmadas de banderas y bengalas de humo verde, las columnas llegaron pasado el mediodía desde Avenida Roque Saenz Peña y Aslina a la Plaza de Mayo, donde además de la cartera que conduce Luis Caputo, centro de la convocatoria, se encuentra la propia Casa de Gobierno.
Del acto participaron los principales dirigentes del gremio de estatales, de la CTA Autónoma y referentes de otros espacios políticos.
Tras repetir su desafío al Gobierno para que publique la lista de «ñoquis» o reincorpore a los despedidos, el Secretario General de ATE Nacional Rodolfo Aguiar planteó en su alocución que “hoy desde temprano pusimos incómodo al Gobierno porque no puede publicar ninguna lista de ñoquis y la causal de despidos que invocaron se desvanece frente a los ojos de toda la sociedad”.
“En este gabinete que está ahí tiene más funcionarios Paolo Rocca que la propia fuerza política que ganó las elecciones. La máxima autoridad de Trabajo es un genrente de Recursos Humanos de uno de los grupos empresarios más grandes del país. está claro que decidieron tercerizar el ajuste y que la motosierra la tiene Techint”, señaló el dirigente.
Y convocó a que el acto “se convierta hoy en una asamblea de afiliados y afiliadas y que levanten la mano los que planteen que también tenemos que movilizar a Techint en este plan de lucha para enseñarles que les vamos a quitar la motosierra”.
Tras los ingresos del miércoles y el anuncio de la medida de fuerza de hoy, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich había advertido que no habría movilización ni paro que diera el brazo a torcer al plan del Gobierno. Sin embargo, a pesar de que la movilización interrumpió el tránsido en las cercanías de Plaza de Mayo y que había un fuerte operativo de fuerzas federales rodeando la manifestación.