Redacción Canal Abierto | El Gobierno envió a los gobernadores y jefes de bloque del Congreso el nuevo texto del capítulo fiscal que busca aprobar con la nueva Ley Ómnibus. Son 101 artículos e incluyen un blanqueo de capitales, la restitución del impuesto a las Ganancias para trabajadores y modificaciones sobre Bienes Personales y al Monotributo.
Como definió el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma y especialista en análisis de datos, Luis Campos: “Más regresivo no se consigue”.
Para empezar, el proyecto prevé que quienes posean activos no declarados podrán blanquear hasta 100 mil dólares sin penalidades y con alícuota 0%, premiando así a los evasores impositivos. La “oferta” oficial es para bienes o moneda en territorio nacional o en el exterior, y pone fechas límites y gravámenes que irían ascendiendo con el correr del tiempo y las etapas establecidas por la propia normativa.
Además de los residentes argentinos, podrán participar del blanqueo las personas humanas no residentes que fueron residentes fiscales argentinos.
Consultado sobre quienes critican la medida como una “autopista para el lavado de dinero”, el vocero presidencial Manuel Adorni sostuvo que “nada tiene que ver con los narcos ni con los que realicen actividades ilegales”. Luego, cerró con una ironía: “los narcos deben estar más evolucionados”.
En cuanto a bienes personales, uno de los impuestos más progresivos de nuestro sistema, Campos asegura que quedaría “reducido a la nada”: el mínimo no imponible pasa de $ 11 a $ 100 millones y la deducción por la vivienda familiar de $ 56 a $ 350 millones. A esto se suma la baja en las alícuotas, además de la posibilidad de un pago por adelantado de los periodos 2023/2027: “Quienes entren en este régimen van a pagar una alícuota fija del 0,45% de su patrimonio que supere el mínimo no imponible (hoy va del 0,5% al 2,25%). Para los años 2028/38 se reduce a apenas el 0,25% del excedente, casi nada”.
Como si esto no fuera poco, el proyecto le asegura que quienes paguen este año el impuesto correspondiente al período 2023/27 van a tener derecho a la estabilidad fiscal hasta 2038, atando de manos a futuros gobiernos.
“Si el Congreso aprueba este proyecto va a convalidar una rebaja impositiva enorme sobre las personas de mayores fortunas del país (el 1% con suerte)”, explica el coordinador del Observatorio del Derecho Social.
El reverso de este recorte en los impuestos de los sectores más acomodados es la suba que sufrieran los monotributistas, en torno al 70% para las categorías más bajas. También el golpe al bolsillo que significará para los trabajadores que ganen por encima de los 1.494.000 pesos netos por mes y tengan que volver a pagar ganancias.
“Bajar la carga impositiva a los dueños de los mayores patrimonios y subírsela a los trabajadores es toda una definición de principios”, sentencia Luis Campos.