Redacción Canal Abierto | La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional de la Haya (TPI) ha solicitado este lunes una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su ministro de Defensa Yoav Gallant y el líder de Hamas, Yahya Sinwar, entre otras autoridades de la organización palestina.
Según indicó, existen “motivos razonables” para creer que se han cometido “crímenes de guerra” y “contra la humanidad”.
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, consideró la petición como “escandalosa” y la equiparó al ataque de Hamás del 7 de octubre, origen de la actual escalada en Gaza que ya se cobró alrededor de 35 mil muertes (la mitad de ellas, niños y mujeres).
Integrado por 124 Estados miembros, el Tribunal fue establecido para procesar crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, genocidio y el crimen de agresión cuando los Estados miembros no quieren o no pueden hacerlo por sí mismos.
Se descuenta que el pedido de captura no resultará en la detención de Netanyahu dado que Israel no reconoce su jurisdicción, como tampoco lo hacen Estados Unidos, China y Rusia. De hecho, en marzo de 2023 el TPI también emitió una orden similar contra Putin, que continúa prófugo en una causa por crímenes en Ucrania.
Entre los países miembro se encuentra la Argentina, cuya diplomacia hoy se ve afectada por la incontinencia verbal de su Presidente, quien ya afirmó su respaldo irrestricto a la actual administración de la nación hebrea.
A fines de 2023, Human Rights Watch (HRW) había acusado al gobierno de Netanyahu de someter intencionadamente a la población civil de Gaza a una hambruna como parte de su ofensiva en territorio palestino, lo que denunció como “un crimen de guerra”.
En la misma línea, en enero pasado la Corte Internacional de Justicia (CIJ) -con sede en La Haya- sentenció que Israel debe “prevenir y castigar” la incitación al “genocidio”. Sin embargo, en aquel entonces hizo caso omiso a un pedido de Sudáfrica para que se ordene un alto al fuego en la región.