Redacción Canal Abierto | A modo de celebración de su primer semestre, el gobierno que encabeza Javier Milei difundió un comunicado en el que se jacta de “la recuperación más significativa de los salarios privados de los argentinos desde el año 2009”, que habría sucedido en abril.
El texto cita como fuente al Panorama Mensual del Trabajo Registrado que elabora la Secretaría de Trabajo. Según este informe, durante abril “se produjo un incremento del 16,1% en los salarios, mientras que la inflación se situó en un 8,8%”.
“De esta manera, los argentinos comienzan a experimentar una recuperación del poder adquisitivo de sus ingresos, gracias a la desaceleración de inflación mensual heredada del gobierno anterior, estabilidad de precios y eliminación del déficit fiscal, que generaba incertidumbre sobre la solvencia del Estado”, prosigue la celebración presidencial.
A través de un hilo de X, el economista del CEPA Hernán Lechter relativizó la lectura oficial al recordar que el RIPTE – el indicador en el que se basó la aseveración oficial – “se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses” .
El economista destaca que “una parte de la suba del RIPTE está explicada por los incrementos de los topes en marzo y en abril asociados a la fórmula jubilatoria” debido a que “el monto varió de acuerdo a la fórmula previsional de marzo (+27,18%) y, luego por el DNU de Milei, volvió a subir en abril (+27,4%), que mensualizó el aumento de las jubilaciones (desde ahora en adelante, tendrá variación todos los meses)”.
Entonces, Lechter propone extender la serie a noviembre pasado, último mes antes de la megadevaluación instrumentada por Caputo y Milei en su primera semana. Allí se observa que, tanto en los datos del SIPA como del INDEC, “la caída de los salarios de diciembre y enero consolidó un nuevo piso salarial ubicándose 10 puntos más abajo que en noviembre 2023”.
A modo de chequeo, Lechter recurre a los datos de recaudación de AFIP, mediante los cuales se puede leer la evolución del consumo. De allí concluye que el “impuesto a los Débitos y Créditos en abril indicó caída de 15,7% y en mayo un retroceso de 24,4% interanual”, al tiempo que el IVA tuvo “16,3% de caída en abril y 14,5% retroceso en mayo, real interanual”.
Como conclusión, Lechter ve “razonable que el salario fluctúe y que en virtud de las paritarias celebradas entre abril y junio, el impacto en la serie de salario registrado privado indique una mejora, sin embargo, el objetivo del gobierno es sostener un nivel salarial sensiblemente inferior al 2023”.
El empleo en caída libre
Por su parte, el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma Luis Campos resaltó también que en el mismo mes en el que el Gobierno se jacta de haber hecho crecer el poder adquisitivo de los salarios, el nivel empleo hizo lo propio.
A partir de los datos del SIPA y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo, Campos muestra que en marzo y abril el sector privado perdió 95.000 puestos de trabajo. Sumados a los 21.700 del sector público y 9.500 de casas particulares, en el trasncurso del año hubo unas 127.000 personas que se quedaron sin empleo.
“En los últimos cuatro meses el comportamiento del empleo registrado en el sector privado tuvo un patrón muy marcado: desplome en la construcción, caída en la producción de bienes y en los servicios, y crecimiento en el sector primario (agro, pesca y minería)”, detalla Campos.
Y revela que “en abril el empleo siguió cayendo y de manera generalizada (EIL). Si en los últimos meses de 2023 el retroceso se explicaba casi exclusivamente por la dinámica en la construcción, desde febrero de este año el deterioro se extiende a todos los sectores”.
También advierte que durante el cuarto mes del año “las suspensiones continuaron incrementándose y alcanzaron a 8,3 de cada mil trabajadores, casi el doble de noviembre de 2023. Todavía por debajo de los niveles de 2019, pero ya están en niveles históricamente muy elevados (dejando de lado la pandemia)”.
El hilo de Campos concluye reconociendo que los datos de abril refleja un crecimiento de la actividad, pero “el empleo no se enteró. El gobierno festeja un rebote del salario, pero en el marco de una sangría en los puestos de trabajo. Por ahora no se llega a ver el piso”.