Redacción Canal Abierto | El próximo domingo 30 de junio tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Anticipados por el presidente Emmanuel Macron, quien disolvió la Asamblea Nacional tras la debacle electoral de su partido Renacimiento (Renaissance) en favor de la ultraderechista Agrupación Nacional (Rassemblement National – RN) en las Elecciones Europeas que concluyeron el domingo 9 de junio, serán los comicios más apresurados en las últimas décadas de la Quinta República.
La segunda vuelta será el 7 de julio. En estas elecciones se juega, como ocurrió en 2002 con el acceso al balotaje presidencial de Jean Marie Le Pen y su Frente Nacional, la posibilidad de que la extrema derecha, encabezada hoy por la hija del patriarca, Marine, consiga llegar a formar gobierno y poner a su candidato Jordan Bardella como primer ministro.
Según los sondeos, RN se ubica en el primer lugar en las preferencia de los electores, con alrededor de un 35% de las intenciones de voto, seguido por el Nuevo Frente Popular (NFP – Nouveau Front Populaire), que reúne a las fuerzas de izquierda -socialistas, comunistas, La Francia Insumisa (LFI) y otros partidos menores- que con una intención de voto de entre el 27 y el 29% podría obtener entre 150 y 210 lugares en la Asamblea Nacional, mientras que los ultras obtendrían entre 200 y 240 diputados de un total de 577. Así las cosas, RN no alcanzaría la mayoría absoluta para formar gobierno, establecida en 289 escaños, y según el joven candidato de 28 años rechazaría formar gobierno si el resultado electoral no es categórico.
En un cómodo tercer lugar en las encuestas se encuentra el Ensemble pour la république (Juntos por la República) de Macron, con un promedio de sólo un 19-20% de los votos que se traducirían en entre 80 y 110 diputados. En la disuelta Asamblea Nacional el macronismo contaba con 250… un gran negocio la jugada de póker del presidente neoliberal.
Esta fuerza, en esta breve campaña, apunta todos sus cañones no contra la extrema derecha sino contra el Frente Popular, ¿buscando un segundo puesto? “No es que le pegan más al NFP, sólo le pegan al NFP, es vergonzoso, es realmente chocante ver a todo el elenco de los ministros y ministras atacando al frente de izquierda”, señala la dirigente gremial Nara Cladera.
Qué se define en esta elección
Son comicios parlamentarios, sin importar cuál sea el resultado, Emmanuel Macron podrá continuar como presidente de la República hasta terminar su mandato en 2027. Sin embargo, existe una alta posibilidad de que la composición de la Cámara Baja se transforme a favor de la oposición y que Agrupación Nacional imponga el cambio del primer ministro, para quien propone a Jordan Bardella. Así se estará en un escenario que en Francia se denomina gobierno de cohabitación.
Según algunos analistas, una elección muy mala de Juntos por la República podría incluso precipitar la renuncia de Macron, cuya gobernabilidad de por sí estaría fuertemente cuestionada y el copríncipe de Andorra pasaría a ocupar un lugar prácticamente testimonial al frente de un Ejecutivo sin poder propio.
La Asamblea está integrada por 577 diputados que representan un igual número de circunscripciones electorales. Para conseguir la victoria en primera vuelta, los candidatos deben conseguir el 50% más un voto en las elecciones del 30 de junio, de lo contrario, quienes consigan más del 12,5% de los sufragios irán a segunda vuelta, el 7 de julio. Así, este primer comicio funciona como una suerte de PASO o primaria, en el sentido de fijar un piso de votos para los candidatos elegibles.
“Todas las fuerzas de la CGT deben unirse a la batalla para evitar que la extrema derecha llegue al poder”
La reacción frente al triunfo electoral de la extrema derecha fue veloz y en dos niveles: iniciativas espontáneas de movilización popular a las que luego se sumaron las organizaciones -las manifestaciones del fin de semana del 15 y 16 de junio contaron con 680.000 manifestantes en toda Francia, más de 800.000 a lo largo de la semana-; y la rápida reacción política de la izquierda que alcanzó un acuerdo sobre un programa, el armado de un frente electoral –el Nuevo Frente Popular (NFP)– y las candidaturas.
Por su parte, el Comité Confederal Nacional (CCN) de la CGT se reunió el martes 18 de junio para evaluar la situación del país, tras la decisión de Emmanuel Macron de disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones anticipadas.
“La extrema derecha está en condiciones de llegar al poder por primera vez en la historia de nuestra República, con excepción del período del régimen de Vichy (gobierno títere de Hitler)”, sostuvo el CCN en un documento emitido tras la reunión.
Advierten que RN, con un fuerte discurso racista y xenófobo, propone para el mundo del trabajo la “preferencia nacional”, con trabajadores que ya no tendrán los mismos derechos, según su nacionalidad o incluso su origen. También sostienen que pese a sus discursos populistas destinados a la clase trabajadora los incesantes cambios de postura de RN demuestran su engaño social. “RN nunca se enfrentará a los empresarios, nunca derogará la reforma de las pensiones. Siempre se ha negado a aumentar los salarios y las cotizaciones a la seguridad social”, explicita el Confederal.
La CGT denuncia que la violencia de la extrema derecha ya se vive en las calles de Francia tras la victoria en las Europeas. El pasado 9 de junio, para “celebrar” el triunfo cuatro militantes de extrema derecha, entre ellos el líder de la GUD (Grupo de Defensa de la Unión, un violento grupo estudiantil de extrema derecha), apalearon a un joven homosexual en París, prometiendo hacer cosas peores una vez que Bardella llegue al poder. “La extrema derecha no es una fuerza política como las demás. Reúne siempre a grupos ultraviolentos, racistas, antisemitas, sexistas y homófobos cuya práctica habitual es aterrorizar a sus oponentes”, denuncian en el documento.
Desde 2019, tres de estos ataques han resultado mortales.
Por último, luego de advertir los peligros de un triunfo de RN, la CGT declara: “La CGT es independiente pero no neutral”, y convoca a acompañar con el voto a los candidatos del NFP.
“El Nuevo Frente Popular ha acordado un programa de ruptura con las políticas neoliberales aplicadas por la patronal y numerosos gobiernos. Contiene muchas medidas que revierten los ataques de los gobiernos anteriores (derogación de las reformas de las pensiones y del seguro de desempleo, la ley de asilo e inmigración y otras) y los avances estructurales para responder a las emergencias, la reiteración de los 10 puntos de la declaración intersindical del 10 de junio, así como algunas reivindicaciones de la CGT (Entre otras: un salario mínimo de 2.000 euros brutos, indexación de los salarios a los precios, aumento de las pensiones, jubilación a los 60 años, inversión en los hospitales y la educación, un banco público, un centro farmacéutico público, un plan de reconstrucción industrial, una ley de la energía, una semana laboral de 32 horas, la igualdad de género y la lucha contra la violencia sexista y sexual, la regularización de la situación de los sin papeles). No es un texto que tenga en cuenta todas nuestras reivindicaciones, ¡pero sería un enorme soplo de aire fresco para toda la sociedad y el mundo del trabajo en particular!”.
“Va a ser una batalla muy dura contra los fascistas, por supuesto, pero también contra los empresarios, que lo ven como una amenaza para sus propios intereses”, señalan para luego explicitamente señalar que: “Ante la gravedad de la situación, el CCN considera que la CGT debe asumir sus responsabilidades. El CCN considera que el programa del nuevo Frente Popular es el que mejor responde a las expectativas y aspiraciones de los trabajadores y el que abre más posibilidades de ganar movilizaciones. La CGT hace un llamamiento a los trabajadores, pensionistas y parados para que voten en el mayor número posible, el 30 de junio y el 7 de julio, el programa del Nuevo Frente Popular”.
“Ni un voto para la extrema derecha”
La convocatoria de la CGT no es compartida por otras centrales sindicales galas. Es el caso de la Union syndicale Solidaires que argumenta: “Para proteger nuestros derechos y logros sociales, contra la discriminación racista, islamófoba, antisemita y antiinmigrante, Solidaires llama a luchar contra la extrema derecha y sus ideas en todas partes y en todo momento. Es amplificando nuestras luchas antirracistas y anticoloniales, imponiendo nuestras demandas de igualdad, libertad y emancipación de todos, en nuestros lugares de trabajo, estudio y en las calles que haremos retroceder a la extrema derecha y sus ideas”, expresan en un comunicado.
“Hay un llamado unitario de la intersindical de no dejar ni un voto para la derecha. La CGT fue la primera en llamar explícitamente a votar al Frente Popular. En Solidaires no hubo consenso entre todas las organizaciones de diferentes sectores para llamar explícitamente al voto al NFP”, señala Nara Cladera, miembro de la Comisión Internacional de la central francesa, en diálogo con Canal Abierto.
“Evidentemente es muy grave la posible llegada de Bardella al gobierno, pero esto es la consecuencia de 30 años de medidas neoliberales que fueron empobreciendo a los trabajadores y trabajadoras. Hay toda una franja de la clase obrera que termina votando a Agrupación Nacional a consecuencia de estas políticas. Es el mismo perfil del voto a Trump o a Milei, no es ninguna novedad, el esquema es el mismo. Por otro lado, estamos con un gobierno de Macron que, desde el final de su primer mandato y en este segundo periodo, fue estructurando ideas de extrema derecha, como la ley sobre la inmigración, fue poniendo en práctica ideas claramente representadas por el Frente Nacional (nombre anterior de RN)”, explica la docente.
Pese a las grandes movilizaciones que hubo contra la ultra derecha en los últimos días, Nara señala que “si gana RN, si tenemos un primer ministro de RN, no va a haber una huelga general. No hay una dinámica de los trabajadores y trabajadoras de bloquear un gobierno de extrema derecha. Vamos a tener que tener realmente un trabajo muy voluntarista para movilizar contra la extrema derecha”.
¿El voto a RN es un voto popular?, consultamos a la docente. “Tenemos un voto de los territorios más pobres, donde ha habido una desindustrialización importante, con alto desempleo. Son los territorios más pobres. Pero el gran cambio dentro del voto es que desde hace cinco años viene aumentando el voto en los sectores medios y superiores. Y, lo que está siendo muy fuerte también, es la patronal que acusa al NFP de proponer un proyecto económico irresponsable: una clásica crítica la izquierda”.
“El programa del NFP retoma reivindicaciones de la Intersindical como el tema de la jubilación a los 60, retoma reivindicaciones con relación a la educación y propone la derogación del Servicio Nacional Universal, una suerte de servicio militar pero para menores”, destaca Cladera.
En otro momento de la charla, la dirigente gremial docente de Saint Gaudens, localidad cercana a los Pirineos franceses, reflexionó en torno al llamamiento de la CGT. “Del hecho de que la CGT haya llamado explícitamente a votar se pueden hacer dos lecturas: una optimista, valorativa de la toma de postura y que puede aumentar los votos al NFP. Por otro lado, yo le veo un lado que, a corto plazo, puede ser muy negativo porque si llega a perder el Frente Popular, el mensaje que se está dirigiendo a los trabajadores y trabajadoras es que ‘la solución es el voto’, entonces, si hay un fracaso electoral, cómo vamos a retomar la lucha. Es una solución que tiene patas cortas, un peligro concreto. Es un arma con dos filos”. A su vez, señala Nara, esta definición de la cúpula gremial pone en problemas a los delegados en la base, con sus afiliados, que muchos votan a RN. El debate de la autonomía sindical es de la clase obrera más allá de las fronteras.
Violencia, racismo, homofobia
“Hay un in crescendo de la violencia de los grupos de extrema derecha, estamos muy preocupados. Los grupúsculos más virulentos ya están ya están agrediendo a compañeros y compañeras. En este mes de junio se da toda la organización de las ‘prides’ del movimiento LGBT y hubo agresiones a estas comunidades. Si ganan va a ser bravo, y mismo si pierden también”, explica Nara.
Para concluir la charla, Nara destaca el corrimiento a la derecha del escenario político. “El partido de derecha republicano, entre comillas, que es el partido históricamente de De Gaulle, Chirac y Nicolas Sarkozy -Los Republicanos fue su última marca- llamó a la unidad con RN. Es decir, hay una camada de la derecha tradicional que se asume de extrema derecha. Es un grado más en la normalización de la extrema derecha, y un quiebre dentro de la derecha ‘republicana’”.
Fotos de la movilización del 15 de junio en París de O Phil des Contrastes