Redacción Canal Abierto | Inviolabilidad de la propiedad privada, equilibrio fiscal innegociable y reducción del gasto público a niveles históricos son los primeros tres ejes del Pacto de Mayo firmado en Tucumán por Javier Milei y los gobernadores. A estos le siguen cuestiones como una reforma tributaria, el compromiso de explotación extractivista de los recursos naturales, la reforma laboral o la apertura al comercio internacional.
Absolutamente ninguno de los puntos hace mención alguna a políticas que reviertan la pobreza, que pasó del 44% al actual 55%. Mucho menos un paliativo o ayuda para el 18% que se encuentra en la indigencia (es decir, los más de 10 millones de argentinos que no logran satisfacer sus necesidades alimentarias más elementales).
Pese a los esfuerzos por ocultar o desentenderse de esta dramática realidad, las políticas del régimen ultraliberal tienen todo que ver con esta pauperización de la vida y los hábitos de consumo nacionales.
Según el relevamiento mensual que realiza en negocios de cercanía el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), en junio los precios de los alimentos aumentaron 2,75%. Así, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) trepó a $371.736 en el último mes, contra los $182.905 de noviembre de 2023.
Es decir, una suba del 103% en sólo siete meses que explica el brutal salto en los índices sociales mencionados anteriormente.
En cuanto al costo de la Canasta Básica Total (CBT) -además de alimentos, asbarca un conjunto de productos indispensables para la vida cotidiana-, el golpe fue aún más grave: en junio resultó en $817.821, sumando 107,97% respecto a noviembre 2023 ($393.246).
En este contexto no debe extrañar a nadie que el consumo de carne vacuna en Argentina haya alcanzado un mínimo histórico en 2024, con una proyección anual de 44,8 kg por habitante. Según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario, este valor es el más bajo registrado en al menos 110 años.
Entre enero y mayo de este año se absorbieron internamente 870.000 toneladas de res con hueso, marcando una caída del 14% respecto de los primero cinco meses del año pasado.
El fenómno, en parte, se explica, por el profundo ajuste fiscal y la consiguiente recesión económica como política deliberada de gobierno para desacelerar el autoinflingido fogonazo inflacionario de diciembre (en buena medida, producto de la devaluación del casi 120%). Sin embargo, su contracara -según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario- fue el incremento en las exportaciones: un 10% más que en el mismo periodo de 2023.