Redacción Canal Abierto | Ayer, rodeado por la fuerte presencia del activismo LGBTIQ+, comenzó en La Plata el juicio por la desaparición y muerte de Tehuel de la Torre, el joven trans de 22 años que el 11 de marzo de 2021 salió de su casa en San Vicente hacia Alejandro Korn y nunca más regresó.
Este primer proceso está centrado en el rol de Luis Alberto Ramos, a quien se lo acusa de ser coautor del homicidio agravado por odio a la orientación sexual e identidad de género del joven. El otro imputado de la causa, Oscar Montes, tendrá un juicio por jurados pero aún no se fijó la fecha.
Cabe recordar que el día de la desaparición, antes de irse de su casa, Tehuel recibió un llamado de Ramos para ofrecerle trabajo, y que en la casa del hombre, en Alejandro Korn, se encontró la campera incinerada y el celular destruido del joven trans.
Las audiencias, que contarán con la participación de unos 90 testigos, se extenderán al menos hasta el 26 de julio y son presididas por el Tribunal Oral Criminal n°2 de La Plata, integrado por Joaquin Bernard, Silvia Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo.
“Hay una sociedad que no termina de asimilar la fragilidad de nuestras vidas”
Como explicó la activista trans Florencia Guimaraes, en diálogo con Canal Abierto, el juicio por Tehuel es histórico, porque es la primera vez que se juzga el homicidio de un varón trans, reconocido como tal.
En ese sentido, contó que en la primera audiencia, a partir de los testimonios de Michelle –pareja de Tehuel- y de Camila-ex pareja de Ramos-, “quedó muy claro que esta persona, Luis Ramos, invalidaba la transmasculinidad de Tehuel, dirigiéndose a él en femenino”. Y también, “su transodio”, afirmó.
En ese sentido, recordó el testimonio de Camila, quien contó que a Ramos “no le gustaba que los hombres estén con los hombres y las mujeres con las mujeres, le daba bronca”.
La también coordinadora de la Casa de Lohana y Diana en La Matanza, y titular del Programa de Acceso a Derechos de personas travestis y trans del Centro de Justicia de la Mujer del Consejo de la Magistratura de CABA, se refirió a la importancia de que la Justicia y la sociedad toda “comprendan de qué hablamos cuando hablamos de crímenes de odio”.
“Es donde desencadenan finalmente todas las violencias que atravesamos las personas travestis y trans desde que asumimos nuestra identidad de género; violencias que tienen que ver con la exclusión de todos los ámbitos, del educativo, laboral y de la sociedad toda”, afirmó.
“Por eso” –agregó- “destaco la presencia de las familias que acompañan, porque no es muy común”. “Como trava fue muy conmovedor ver a estas familias que nos abrazan, que piden por nosotras, que reclaman por las violencias que atravesamos”, expresó Guimaraes, sobre la lucha de la mamá y la familia de Tehuel.
En paralelo, también manifestó su preocupación por un poder judicial al que aún “le falta mucha perspectiva de género”, así como desprenderse de los sesgos de clase, y por contexto de un Gobierno que pone a las feministas y a la agenda LBGTIQ “como el foco a destruir”, lo que favorece “el avance de los discursos de odio”.
“Hay una sociedad que no termina de asimilar la fragilidad de las vidas travesti y trans. Cuando hablamos de que la expectativa de vida es de 35 años, o de travesticidios sociales, estamos hablando de todas las violencias que pasamos desde que decimos yo soy Florencia, yo soy Tehuel, yo soy Diana”, planteó la activista.
Fotos: Agencia Presentes