Redacción Canal Abierto | El ataque del Gobierno a la cultura no se detiene. Y en los últimos días volvió a la carga con uno de sus caballitos de batalla favoritos: las políticas de fomento al cine del INCAA.
La semana pasada, se publicó en el Boletín Oficial una modificación de la Ley de Cine que elimina la cuota de pantalla. Esto se trataba de un piso de que cada sala debía dedicar al menos durante una semana por trimestre a una producción nacional.
Esta disposición fue retomada en la ley de 1994, pero existía con anterioridad que en 1947 de Juan Domingo Perón introdujo la norma a través de un decreto. En el casi medio siglo que separa este hecho de la sanción de la Ley Nº11.741, pasaron distintos gobiernos: democráticos, dictadura y de diferentes signos políticos. Ninguno de ellos modificó esto.
Justo es decirlo, tampoco ninguno se rasgó las vestiduras ni hizo lo necesario por garantizar su cumplimiento pleno. Así es como veíamos que a películas nacionales que no contaban con algún actor o actriz de renombre ni con el beneplácito de grandes campañas publicitarias, se les asignaba un horario marginal, cercano al mediodía en una sala en la que el resto de las funciones estaban destinadas a los grandes tanques de Hollywood.
Cuando el sector estaba asimilando este primer golpe, apareció Manuel Adorni. “Durante el año 2023 el INCAA ha financiado más de 100 películas que tuvieron menos de 1.000 espectadores: hubo 12 películas que tuvieron menos de 100 espectadores, una que tuvo 5 espectadores y otra que solo la vieron 4 personas. Se ha decidido terminar con este delirio”, expuso el vocero presidencial a través de su cuenta de X.
Consultado en su habitual encuentro con la prensa, amplió el concepto y anunció que “a partir del decreto 662/24 el gobierno nacional cambió los requisitos de acceso a los subsidios del INCAA, para dejar de financiar películas que sean fracasos comerciales. A partir de ahora, las producciones nacionales deberán cubrir la mitad de la producción con fondos propios”.
“El Gobierno no subsidiará más películas sin espectadores”, procó Adorni en otro pasaje, sin aclarar cómo será el método para saber cuántos espectadores tendrá una obra antes que esta sea filmada.
Este anuncio no implica un gran ahorro para el fondo de fomento, pero sí un esfuerzo más grande para las productoras. Es que, lejos de lo que se difunde por redes, los subsidios nunca cubrieron la totalidad del costo de producción de las películas, sino a lo sumo, el 70%.
En diálogo con Canal Abierto, el documentalista de DOCA Mario Verón manifestó que “antes de este anuncio, el Fondo de Fomento venía subejecutando”. Y resaltó que “se siguen cortando tickets. Es decir que el Fondo de Fomento, que está constituido por la retención del 10% del precio de la entrada que cualquier persona paga cuando va a ver un película nacional o extranjera, se sigue alimentando. Pero esos fondos tampoco se están ejecutando. Mucho menos los fondos que ya estaban. La excusa es esta cuestión de una supuesta auditoría”.
Y apuntó contra el Presidente del INCAA, Carlos Pirovano: “se maneja desde un lugar de la autocracia, desconoce a la Asamblea Federal que representa el órgano mayor, democrático. Es como si fuera el Congreso. Este organismo rechazó sus medidas, no por un tercio, sino por dos tercios. Son 15 provincias que rechazaron las medidas anteriores. Tampoco llamó el Consejo Asesor que es también un órgano de control”.
“Yo creo que lo que deberíamos estar discutiendo es que esto es un acto de censura en principio las películas independientes. Además se hace sin datos ciertos ni citar fuentes. Es todo muy endeble”, agregó el realizador.
Por otro lado, Verón señaló que “las películas argentinas por lo general se estrenan en el cine Gaumont, en la que nos dan horarios paupérrimos. Porque, ¿quién puede ir a ver una película argentina a las 12 del mediodía, un martes? Y el 98% de las programaciones de los cines privados programan un cine que no es nacional incumpliendo la cuota de pantalla”.
“Entonces, es muy difícil también contabilizar en números como ellos lo plantean.Porque las películas argentinas tienen otros circuitos: el de festivales, el de la televisión, el de plataformas. Y transitan por lugares diversos, como centros culturales o instituciones intermedias”, explicó
“El cine argentino no es sólo mercancía, es un bien cultural y esa es su importancia. Lo que pasa es que la mirada de este gobierno es totalmente diferente y lo que hay acá es una puja de sentidos. Esto es una batalla cultural pongamos nuestros términos donde atacan al cine argentino porque no hay una manera.
Por su parte, Florencia Calcagno, de la productora Zoetropo dijo a Canal Abierto que “esta es una situación que ya es me parece que esto tiene un tono circense. Parece que hay una clara intención de provocar. Por algún motivo también eligen al sector audiovisual como adversario en esta cruzada anticultura que están llevando a cabo. Me parece que todo va un poco para ese lado”.
“Las últimas declaraciones que escuchamos del Gobierno, que hubo un montón de películas que tuvieron 10 espectadores, es claramente algo que simplifica y no muestra la realidad. Es raro tener que explicarlo, pero una película no se reduce a los espectadores que tiene en el mismo año que es finalizada”, agregó.
Y explicó que “hay películas que recibieron subsidios en el año pasado y se está calculando la cantidad de espectadores que tuvieron el año pasado, estás viendo directamente cuántas personas hubo en las salas en el año de su estreno”.
Calcagno subrayó que “para lograr tener este financiemiento ya tenés que tener una carrera hecha en el mundo del audiovisual. O sea, ya tuviste que poner plata a vos de tu bolsillo, vendido cosas para poder hacer un tu película, y después poder entrar en este circuito donde sí recibís algún tipo de subsidio”.
“Y fuera de eso, uno tiene que también este comprobar un aporte importante que hasta el año pasado era del 30% y hoy es del 50%. Esto lo que hace casi imposible para cualquier productora chica poder acceder a estos subsidios, importante, claro, no es que te paga la totalidad de la película vos algo tenés que poner claro nunca un subsidio te pagó la totalidad de la película”, concluyó la cineasta.