Redacción Canal Abierto | Patricia Calarco Arredondo es militante del MTR Votamos Luchar desde hace 10 años. Hasta marzo trabajó en la dirección de Economía Social del ministerio de Desarrollo Social, donde se ocupaba de recorrer los barrios para auditar los programas sociales que hoy el Gobierno denosta. Es bisexual y marplantense, aunque desde hace cuatro años está radicada en Capital Federal.
Desde el 12 de junio pasado, cuando se trató la Ley Bases, está detenida en el penal de máxima seguridad de Ezeiza. El medio especializado en temas judiciales, Perycia estuvo con ella y la entrevistó en exclusiva.
En la nota, Calarco cuenta cómo era su vida y su trabajo antes del 12 de junio, lo que la llevó a movilizarse ese día, describe el momento de la detención y el rol de la Policía de la Ciudad, y habla de sus días en una celda de dos por dos, junto a otras presas comunes. Lejos del imaginario que crean las series dice que incluso en las pésimas condiciones en las que están “hay cuestiones muy humanas”.
Además de ver a sus familiares, que se acercan cuando pueden viajar desde Mar del Plata, y a su pareja, dos veces por semana recibe visitas de militantes de distintas organizaciones. “Es un mecanismo que se utiliza en casos de presos políticos”, explica sobre el esquema que coordina la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
En la entrevista también habla del carácter arbitrario de su detención y la de Roberto Gómez, los únicos que siguen presos. “Todo lo que dijeron en un primer momento sobre nuestras detenciones no lo pudieron mantener. Éramos 35 terroristas que habíamos querido causar un golpe de Estado y de esa acusación no les quedó nada”, denuncia.
Y precisa que en su caso, el delito que le achacan es de incendio en grado de tentativa: “Lo ponen agravado por ser de un bien público, porque es la única manera que tienen de que esta causa siga siendo federal, si no ya tendría que estar en la Ciudad”.
“Mis abogados insisten en que siga el proceso pero que debo esperar el juicio en libertad, es el derecho de cualquier persona en mis condiciones”, sostiene.
-¿Creés que tu caso busca disciplinar y aleccionar?-le preguntó Perycia.
-Por supuesto –afirmó-. No tengo dudas de que sigo acá con ese objetivo, lo hablamos con los abogados y los compañeros que vienen. De todos los detenidos, mantener a una persona que no negó su militancia sino que la reivindicó -porque es una parte de mí misma-, es claramente un mensaje de “esto les pasa si se organizan, si marchan, si se quejan”.