Redacción Canal Abierto | El libro Carpani. Gráfica Militante. 1963.1996, reeditado por CTA Ediciones junto a la Universidad de San Martín y al Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio (CIAP), se presentó ayer en la sede de la CTA Autónoma en el marco de la clausura de la muestra homónima que se pudo visitar durante todo octubre con ilustraciones del destacado artista plástico recordado por aporte a las luchas de la clase obrera y fallecido en 1997 luego de vivir años en el exilio perseguido por la dictadura.
Marcelo Paredes, director de Cultura de la CTA, responsable de la muestra y la edición del material, fue el coordinador de la actividad e informó que la exposición se volverá a exhibir en otros ámbitos próximamente.
La iniciativa comienza en marzo de 2015 por un convenio firmado entre Doris Halpin, esposa y viuda del pintor, fallecida en 2020, y la UNSAM, para acceder al archivo conservado por ella y por el propio Carpani. Allí había bocetos, dibujos, afiches, grabados e imágenes fotográficas pero también una enorme cantidad de documentos en los cuales destacan recortes hemerográficos que mostraban los diferentes escenarios políticos.
Hernán Cardinale, editor fotográfico y diseñador del libro, habló de la tarea de reconstrucción realizada con los trabajo originales: “Hicimos un trabajo muy grande de rescatar archivos, afiches viejos, y reencontrar el trazo de Carpani, para darle una vida más cercana a la obra de él. Todas las imágenes de él construyen una sola obra, y su trazo habla de un artista construyendo un acontecimiento social. Carpani con su obra nos reúne en encuentros llenos de sentido político”.
La reedición se realizó en la Imprenta Chilavert, una fábrica recuperada en 2002 por sus trabajadores y trabajadoras. Cardenali integra la cooperativa. “Chilavert es una inteligencia que hizo una nueva lucha en el marco de todas las luchas. Carpani es eso mismo”, dijo.
De la presentación participó Ricardo Carpani, nieto y heredero junto con Verónica Carpani de la obra del artista, y titular de la Fundación Carpani.
El investigador y autor del libro, Ignacio Soneira, doctor en Filosofía y profesor de Artes Visuales, remarcó: “Lo que hicimos fue una digitalización en alta calidad de los archivos, hacer afiches en tamaño real, y construir una muestra itinerante, incluso con imágenes que casi no han tenido visibilidad pública por la vida efímera del material callejero. El libro, al igual que la obra, recupera ese archivo con los colores y trazos originales”.
“Otro de los objetivos tuvo que ver con construir una publicación que permitiera conservar este material, y que sea restituida para quienes fue pensado que son las centrales sindicales y los gremios”, dijo Soneira y agregó: “La idea es poner en circulación no solo la obra, sino las discusiones que ésta acarrea. En todo su recorrido, Carpani no renuncia ni a la militancia ni al arte como espacio de batalla para la política”.
Ricardo Roque Carpani nació el 11 de febrero de 1930 en Tigre. Tiempo después se mudó con su familia a la Capital Federal, donde terminó sus estudios secundarios. Comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Buenos Aires mientras trabajaba en el Banco de Crédito Industrial Argentino. Vivió algunos años en Europa y a su regreso, en 1952, comenzó a visitar el taller del pintor cubista Emilio Pettoruti y fue entonces que inició su obra plástica signada por imágenes de trabajadores y trabajadoras y luchas obreras.
Por último habló Hugo “Cachorro” Godoy, secretario General de la CTA: “Además de ser imágenes de lucha, estas obras son de una belleza enorme, que habla de la capacidad creativa que tenemos como clase trabajadora. Vista toda la obra junta es posible ver esa capacidad a lo largo de la historia, y se ven reflejados todos los hitos que nuestra clase trabajadora ha ido generando”.
“Uno puede comprobar una estética que nos desafía a encontrar nuevas formas de expresión”, dijo Godoy y ejemplificó con la performance de los alumnos y alumnas de la UNA en la estación de Once y la expresión de rebeldía de Norman Briski en los Premios Martín Fierro refiriéndose al genocidio en Gaza: “Espero que seamos capaces de seguir replicando y multiplicando expresiones de lucha, que son tan necesarias en este momento”, sintetizó.
Carpani fue artista y militante. Entre 1963 y 1996 produjo docenas de afiches para acompañar las luchas del movimiento obrero, por lo que las consignas “Solo el pueblo salvará al pueblo”, “Cámpora al gobierno, Perón al poder” y los homenajes a los detenidos-desaparecidos Rodolfo Walsh y Felipe Vallese forman parte de su obra. El libro contiene cerca de 50 afiches que componen el acervo Ricardo Carpani, el cual fue cedido por la familia a la UNSAM en 2015, y cuenta con muchas obras nunca exhibidas.
Desde mediados de los años cincuenta Carpani sostuvo una intensa actividad artística e intelectual fundamental para la historia del arte, la cultura y la política en la Argentina y en Latinoamérica. Su colaboración con el movimiento obrero argentino fue constante, realizando obras para la Central General de Trabajadores (CGT), la Federación Argentina de Trabajadores de las Artes Gráficas (FATAG), el Sindicato de Obreros de la Alimentación, y a partir de su conformación en 1968, para la CGT de los Argentinos, entre otras. Esta producción no sólo fue fundamental para sostener en clave visual las denuncias y reclamos de las organizaciones obreras, sino también para la eficaz construcción, dentro del arte argentino, de un imaginario sobre las luchas de la clase trabajadora.
En los años 70 Carpani, al igual que otros artistas, escritores e intelectuales argentinos durante la dictadura militar, se autoexilió y se estableció en Madrid, España (donde fija su residencia), y luego viajó por Europa, los Estados Unidos de América, Cuba, México y Ecuador. Expuso, en forma individual, en Roma, Estocolmo, Hamburgo, Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid, Bilbao, Róterdam y otras ciudades europeas. También participó de muestras colectivas: «Museo Internacional de la Resistencia», en Madrid, «Arte y Solidaridad», en el Museo D’ Arte Moderna Di Ca’ Pesaro (Venecia). En América Latina: en San Juan de Puerto Rico, La Habana – colectivas e individuales – y en Quito, una exposición antológica, en el Museo Augusto Rendón. Al mismo tiempo, junto a otros artistas en la Comisión Argentina por la Defensa de los Derechos Humanos, denunció los crímenes de la dictadura para que se conocieran en el resto del mundo.
Un año después de la restauración de la democracia en Argentina, en 1984, retornó al país.