Redacción Canal Abierto | Hace meses que el humorista Volodímir Zelensky, a la sazón presidente de Ucrania, solicita a sus aliados de la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza, la autorización para utilizar los misiles de largo alcance que le permitan equilibrar la estancada balanza de la guerra con Rusia, en la que retrocede lentamente debido al peso militar y económico de su oponente.
Finalmente, este domingo, luego de la paliza electoral recibida por su partido, el presidente estadounidense Joe Biden ha autorizado el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para atacar objetivos militares dentro de Rusia.
La respuesta del Kremlin a la amenaza estadounidense no se hizo esperar. Dos días después, el presidente ruso Vladímir Putin firmó un decreto actualizando la doctrina de disuasión nuclear rusa. El documento sostiene que “la agresión de cualquier Estado de una coalición, bloque o alianza militar contra la Federación Rusa o sus aliados se considerará una agresión”; y determina que para disuadir la agresión se autoriza la utilización de “la totalidad del poder militar de la Federación Rusa, incluidas las armas nucleares”.
Kremlin vs. Casa Blanca vía Kiev
A dos meses del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, la administración demócrata ¿allana? el camino para poner fin a un conflicto en el que el presidente electo descree y apuesta a concluir rápidamente, cerrando el drenaje de decenas de miles de millones de dólares de ayuda militar hacia Kiev.
El multimillonario ha afirmado varias veces que la guerra entre Ucrania y Rusia no habría comenzado si él hubiera sido presidente. En campaña, sostuvo que resolvería la guerra en un día; eso sí, no explicó cómo lo haría.
Esta jugada doble pone a Europa, en primer lugar, y a la humanidad toda en el umbral de una conflagración nuclear.
El vocero de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha declarado que “la disuasión nuclear tiene por objeto garantizar que los adversarios potenciales comprendan la inevitabilidad de las represalias en caso de agresión contra la Federación Rusa o sus aliados”.
Hasta el momento, los misiles de largo alcance ATACMS Ucrania sólo podía utilizarlos contra objetivos rusos dentro del territorio ucraniano. Este martes por la madrugada, la Federación Rusa confirmó el primer ataque con este tipo de armamento a un arsenal militar en Briansk. Una nueva frontera ha sido rota por Kiev y la OTAN en su guerra contra Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso anunció la mañana de este 19 de noviembre que los cinco de los seis misiles ATACMS lanzados fueron interceptados por la defensa antiaérea, y el restante poco antes de impactar en una unidad militar en la que sólo provocó daños menores.
Además de otras implicancias, el Kremlin lee la autorización de estos ataques como la, aún más, directa intromisión de los Estados Unidos y la OTAN en este escenario bélico. Para utilizar los ATACMS, las fuerzas bajo el comando de Zelensky precisan de los datos satelitales provistos por sus socios.
Los misiles ATACMS, fabricados por Lockheed Martin poseen una ojiva de 226 kilogramos de explosión fragmentada, son cohetes tierra-tierra, pueden ser lanzados desde una plataforma de lanzamiento múltiple o desde sistemas móviles.
Aliados
El cambio de posición del soñoliento Joe (“sleepy Joe”, apodo de los opositores al presidente Biden) y sus generales parece deberse a los rumores de la incorporación de tropas norcoreanas en apoyo de Moscú.
Según declaraciones de fuentes de inteligencia norteamericana a la prensa, Pyongyang movilizó 12.000 soldados para el frente ucraniano y también colabora con municiones. Estas mismas fuentes sostienen que este refuerzo será utilizado por el Kremlin para recuperar el territorio ruso de Kursk, uno de los pocos éxitos y avances de Kiev en este año.
El pasado 12 de noviembre, Corea del Norte ratificó la firma de un pacto de Defensa con Rusia. En este se establece la ayuda militar mutua y compromete a ambos países a prestarse asistencia militar inmediata en caso de ataque. El alto mando ucraniano sostiene que en el arsenal de Briansk había misiles norcoreanos.