Redacción Canal Abierto | El proyecto de ley para prevenir la ludopatía y regular las apuestas en línea obtuvo ayer media sanción en la Cámara de Diputados. La votación en general se dio con 139 votos a favor, 36 en contra y 59 abstenciones.
Este último grupo fue compuesto por el oficialismo blue que integran los bloques del PRO y de la UCR, mientras que la negativa fue defendida por La Libertad Avanza y Nancy Picón Martínez, del bloque Producción y Trabajo, que responde al gobernador de San Juan, Marcelo Orrego. Los votos afirmativos provinieron de Unión por la Patria, la Coalición Cívica, los radicales díscolos de Democracia para Siempre y los legisladores presentes de Encuentro Federal e Innovación Federal.
Sin embargo, hubo cambios de pareceres al momento de votar artículo por artículo. Un ejemplo fue el momento de votar el octavo, que prohíbe cualquier tipo de publicidad en cualquier medio existente o que surja en el futuro, así como que las aplicaciones otorguen bonos de bienvenida y auspicien entidades y figuras deportivas, entre otras limitaciones. Allí, los votos afirmativos bajaron a 134, los negativos a 34 y las abstenciones a 32. ¿Donde está la diferencia? Para ese momento, 44 legisladores abandonaron sus bancas.
Entre quienes tuvieron situaciones que los obligaron a dejar el recinto se encuentran Sabrina Ajmechet, Héctor Baldassi, el visitador de genocidas Beltrán Benedit, Rocío Bonacci, Mario Barletta, Fernando Iglesias y Silvia Lospennato.
Este artículo es nodal, ya que impide que las aplicaciones y casas de apuestas puedan desplegar estrategias para ingresar nuevos apostantes. Una medida similar se tomó a nivel mundial en la década del 90 con la publicidad de cigarrillos.
“En los últimos dos años, las apuestas en línea crecieron un 30% entre jóvenes de 18 a 25 años. Las pantallas, que parecían inofensivas, se convirtieron en una cárcel. La ludopatía no solo les roba plata, les roba el futuro”.
A pesar de que hace sólo 3 semanas hacía este planteo, María Eugenia Vidal se abstuvo tanto en la general como en este artículo. Sin embargo votó afirmativamente el artículo 9º, que exceptúa de la restricción anterior a la publicidad realizada dentro de agencias de juego legales. Para cuando se votó ese artículo, que salió por unanimidad, 16 de las 44 bancas que habían quedado vacías ya tenían a su ocupante en el recinto. Tal es el caso de Lospennato y Benedit.
En el mismo sentido se manifestaba su jefe de bloque, Cristian Ritondo, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. El 12 de octubre manifestó en su cuenta de Instagram que “hoy la adicción al juego comienza a partir de los 12 años, a través del celular. Muchos se endeudan para seguir apostando. Reconocer el problema es el primer paso para resolverlo” y anunciaba la presentación del proyecto que obtuvo el dictamen de minoría. Sin embargo, como autoridad de bloque fue el encargado de anunciar la abstención amarillo. Luego, estuvo ausente en la votación de ambos artículos.
Uno de los puntos que más votos negativos cosecho es el artículo 16º. Fueron 87 las manos que se levantaron para impedir que no puedan ser apostadores autoridades deportivas, jugadores, árbitros ni responsables de la empresa de juego. La norma busca evitar partidos o jugadas armadas para que sus participantes se alcen con los premios, de manera tal que la práctica pueda tener la mayor transparecnai posible.
Esto hace llamativo que abanderados de la transparencia como Ritondo, Vidal, Iglesias, Lospennato, Diego Santilli o Martín Tetaz, hayan prestado su voto para evitar que esta norma sobreviviera en la media sanción que debe tratar el Senado.
Otro artículo que tuvo fuerte resistencia, traducida en votos negativos, es el 17º. Este modifica el artículo 20bis de Ley del Deporte, que establece la composición de las comisiones direcitivas de los clubes. Lo que resta saber es si los 84 votos en contra se opusieron a la introducción del limitante de integrar sociedades que exploten casas de apuestas o que se mantuviera el piso de un 20% de personas de entre 19 y 28 años.
A pesar de todos estos ardides, el proyecto obtuvo media sanción tal como fue presentado. Ahora resta que el Senado haga lo propio. Todo indica que esto deberá esperar al ejercicio 2025. De todas maneras, el Gobierno ya adelantó que, en caso de convertirse en ley, el veto la espera.