Redacción Canal Abierto | Desde hace una semana, la ciudad de Los Ángeles, en el estado de California, se ve afectada por uno de los incendios más destructivos de su historia. Hasta ayer, se calculaba que el siniestro había afectado 15.344 hectáreas y producido 16 víctimas fatales. Por esa magnitud -y porque allí residen muchas de las figuras de la farándula estadounidense- la noticia es seguida con atención por los medios argentinos que, en paralelo, hacen caso omiso a lo que ocurre a solo 1.500 kilómetros de la Capital Federal, en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
En la zona de los Manzanos, al sur de la ciudad de Bariloche, los focos de incendio que se iniciaron el 25 de diciembre siguen activos y ya afectaron a unas 3.527 hectáreas, según las últimas estimaciones del Comité de Emergencia (COE). En un parte publicado ayer, el organismo además informó que el ingreso de un “frente frío con fuertes vientos y ráfagas superiores a los 50km/h” había provocado “el incremento en el comportamiento del fuego previsto”.
En ese contexto adverso y en condiciones altamente precarias se desempeñan los brigadistas de incendios de Parques Nacionales, que a la fecha ni siquiera tienen sus contratos firmados. “Si bien en las últimas horas las autoridades avisaron que esta semana estarían para la firma, a la fecha todavía no hemos firmado los contratos de 2025”, confirma en diálogo con Canal Abierto, Marcelo Rojas, geógrafo y delegado de ATE en el organismo.

El referente gremial explica que la situación de precariedad afecta a la mitad de los 2.000 trabajadores que tiene Parques Nacionales en todo el país. Se trata de trabajadores con contratos que si antes se renovaban de forma anual con la nueva gestión se volvieron trimestrales, haciendo aún más inestable la relación laboral. Esto comprende tanto a los 410 brigadistas de incendios como a los 600 profesionales que realizan tareas técnico-administrativas.
A este panorama –completa Rojas- se suman los 130 despidos que sufrió el organismo el último año (los últimos 30 ocurrieron en diciembre pasado y 10 corresponden a brigadistas de incendios, aunque no del Nahuel Huapi), y los bajísimos salarios: en la Patagonia, con el plus de zona desfavorable, los salarios de bolsillo no pasan los $700.000. Y sin el plus, en lugares como la zona Centro o el NEA, los sueldos iniciales rondan los $470.000 de bolsillo.
En concreto, “ellos están combatiendo en el incendio de Los Manzanos sin la certeza de la renovación de los contratos y enterándose que está habiendo despidos de brigadistas en otros lugares del país”, resume Rojas, y señala que por todo esto el reclamo de fondo es por el pase a planta permanente y por la aprobación de un régimen jubilatorio especial por la tarea de riesgo que llevan adelante.
¿Más despidos?
Cuando al menos en la zona de la Patagonia la temporada de incendios que se extiende hasta marzo y que suele tener su pico en febrero recién empieza, Parque Nacionales “empieza a tener sus tareas diezmadas”, señala Rojas y advierte que la situación se puede agravar si las autoridades cumplen con su objetivo de despedir a otros 400 trabajadores en marzo.
“Los profesionales y administrativos laburamos a la par de los brigadistas. Los administrativos garantizan la logística, el equipamiento, el mantenimiento, los viáticos y toda la logística necesaria para que puedan concurrir a un evento como estos”. Por eso, “si despiden a esos laburantes, eso empieza a fallar”. “Y si no tenemos técnicos y profesionales –suma-, lo que vamos a tener es una mala lectura técnica en el terreno, de qué es lo que sucede, por ejemplo, en un evento como este en Nahuel Huapi”.
Ante este panorama, “tenemos una fuerte una fuerte preocupación”, admite el geógrafo, “que tiene que ver con que el organismo sin gente va a desproteger las áreas, porque tanto los guardaparques, como los brigadistas, como los administrativos somos todos parte de lo mismo”, subraya.
Para darle visibilidad a una problemática que no recibe la atención necesaria por parte de los medios de comunicación, este sábado los trabajadores convocan a un abrazo simbólico al lago Nahuel Huapi.
“Nosotros vemos que hay un avance con el desmembramiento del organismo, puntualmente desde lo técnico y de las áreas que tienen que justamente analizar y prever los impactos ambientales que pueden tener distintos emprendimientos dentro de las áreas protegidas. Si bien queremos y estamos a favor de que haya prestadores de servicio y demás, tiene que ser todo con rigurosidad técnica”.