Redacción Canal Abierto | Concepción del Uruguay fue sacudida anoche (domingo 23 de febrero) por una de las movilizaciones más grandes que vivieran la ciudad y la provincia de Entre Ríos en las últimas décadas.
En solidaridad con los trabajadores de la planta La China de la avícola Granja Tres Arroyos (GTA), amenazada por el cierre, las familias implicadas, sus vecinos y trabajadores de otros gremios se volcaron a las calles a exigir la continuidad laboral. “Con el laburo de la gente no se jode”, rezaba uno de los tantos carteles de la marcha que resume el sentimiento generalizado en la ciudad. Es lógico, en la ciudad todos tienen un familiar o un amigo en riesgo de perder el trabajo.
La empresa comenzó a evidenciar problemas financieros a fines de 2024 y presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis en diciembre. En ese momento, recortó adicionales salariales que pagaba desde hace años, reduciendo así los salarios entre un 10 y un 20% según los casos. Argumentando las dificultades económicas producto de las políticas del Gobierno nacional, Granja Tres Arroyos presionó al gremio, el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación, para que aceptara los recortes salariales y renunciara a derechos adquiridos. Ante la negativa de los trabajadores amenaza con despedir a 400 empleados.
En enero la patronal envió 80 telegramas de despido y ante las medidas de fuerza en rechazo el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. En vísperas de que se cumpla el plazo de la misma, la empresa suspendió la faena hasta nuevo aviso e impide el ingreso a la planta a las más de mil personas que desarrollan allí su labor. Esta fue la gota que rebalsó el vaso y sacó a los y las uruguayenses a las calles.
Lockout patronal
Joaquín de Grazia es el propietario de la mayor avícola del país. Su empresa argumenta que la caída en las exportaciones al mercado chino, la baja en el consumo interno y la suba de los costos operativos debido al retraso cambiario complicaron a la empresa a nivel financiero.
En declaraciones a la prensa, De Grazia explicó que quieren reducir los beneficios que tenían los trabajadores “buscando la competitividad empresaria para ser uno de los actores más importantes del negocio avícola en la Argentina”, y señaló que “somos la única empresa que paga este sobresueldo, 21% más de salario que cualquier competidor nuestro”. Se refiere a las bonificaciones por presentismo (12%) y un plus salarial del 9%, derechos adquiridos por los trabajadores uruguayenses hace muchos años y que la empresa intenta derribar argumentando que no le cierran los números.
La movilización de ayer no sólo atacó al empresario avícola sino que apuntó al gobierno de Javier Milei en una ciudad en la que en el balotaje obtuvo más del 60% de los votos para la presidencia.
La empresa tiene ocho grandes plantas en las que se faenan alrededor de 750 mil aves diariamente. En la provincia de Buenos Aires tiene plantas en Pilar, Capitán Sarmiento, Ezeiza y Esteban Echeverría; la China y Becar, ambas en Concepción del Uruguay; Avex en Río Cuarto, Córdoba y Melilla en Montevideo, Uruguay. El gremio entrerriano denuncia que la firma está concentrando la producción en suelo bonaerense.