Redacción Canal Abierto | En medio del huracán desatado por el criptogate, la imagen de Javier Milei continúa en caída. Sin embargo, por estas horas no es esta la única señal de alarma para el Gobierno: el mercado financiero, aliado natural de este nuevo experimento neoliberal en Argentina, pareciera soltarle la mano al programa de La Libertad Avanza.
Una de las principales alertas es la crisis que viene sufriendo el Merval, indicador clave de la bolsa de valores local: a contra mano del repunte en el resto de la región, esta acumula una caída del 14,5% en lo que va del mes.
En lo inmediato, este jueves la bolsa porteña cayó 3,6% en tanto los papeles de empresas argentinas que cotizan en Nueva York. En algunos casos, el derrumbe superó el 8%.
Un informe reciente revela que desde que Milei asumió la Presidencia, en diciembre de 2023, el Merval estuvo lejos de ser la mejor inversión financiera: creció un 134% contra una inflación del 179% durante el mismo período.
Los únicos ganadores del ciclo fueron los vinculados al sector energético, como las empresas vinculadas a su producción y distribución. En particular, las acciones de firmas que cotizan en bolsa y fueron generosamente beneficiadas con los tarifazos del periodo.
El riesgo país, por su parte, acaba de subir unos 20 puntos y se ubicó en 769 puntos básicos, el valor más alto desde diciembre. Este incremento es reflejo directo de la desconfianza de los mercados respecto de las políticas económicas del Gobierno, especialmente en un contexto de creciente deuda externa y retroceso en materia de reservas del Banco Central.
Por otra parte, cada vez más entidades financieras, tanto nacionales como internacionales, que anticipan una devaluación del peso. Pese a los esfuerzos del Gobierno por disipar estas dudas, los analistas advierten que la presión sobre el tipo de cambio podría volverse insostenible en el corto plazo.
En las últimas horas, de hecho, el Bank of América confirmó que proyecta una devaluación del 30% para fin de año, muy por encima a lo estipulado por el ministro Luis Caputo. Sin embargo, no es esta la única entidad del establishment financiero internacional que plantea esta señal de alerta. JP Morgan y el Citibank tampoco confían en el sostenimiento del crawling peg al 1% que estableciera el Ejecutivo hace tan sólo pocas semanas atrás.
En caso de concretarse los augurios del mercado, repercutiría directa e inmediatamente sobre la inflación y, por ende, en el único capital político que puede ostentar hoy Javier Milei de cara a las elecciones legislativas de este año.
En un intento por sostener el esquema cambiario, Milei y su equipo económico profundizaron su política de fuerte intervención en el mercado con compras superiores a los 23 millones de dólares. Así, las reservas cerraron apenas por encima de los 28.500 millones de dólares.
Mientras, el tantas veces anunciado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sigue sin concretarse y complica el escenario político y económico libertario: ¿Tendrá Milei un plan B o solo queda rezar para que Donald Trump habilite nueva deuda y destrabe desembolsos?