A pesar de las vallas y la saturación de fuerzas represivas; a pesar de que el Congreso ya se preveía entregado a la voluntad del Fondo Monetario Internacional, otra vez el miércoles fue de los jubilados y los trabajadores.
Con más bronca, con los mismos reclamos, pidiendo por la salud de un compañero fotógrafo, gritándole a un Gobierno sordo.
Fotos: Juan Alaimes