Redacción Canal Abierto | “Estaría bueno que pueda decir el monto que nosotros hemos acordado, que el staff va a someter a aprobación del board, que es el que decide si se aprueba esto o no. Ese monto –adelantó ayer el ministro de Economía, Luis Caputo- es de USD 20.000 millones”. “Como ven, es muy superior al monto que se viene escuchando de algunas personas en particular”, aclaró en un mensaje difundido con el objetivo de parar las especulaciones.
“Recordemos que se ha dicho que el Fondo exigía devaluación, algunos hablaban del 30%, otros del 7%, que el acuerdo iba a ser de UDS 3.000 millones, otros de 5000…”, dijo antes del anuncio.
Distintos medios de comunicación se hicieron eco del mismo fin del anuncio: llevar tranquilidad a los mercados en medio de una tensión o corrida cambiaria. “El ministro arregló con el organismo revelar la cifra para llevar tranquilidad a los mercados luego de varias jornadas con saldo negativo para las reservas”, escribió Clarin. En la misma línea informaron La Nación y otros medios especializados.
Sin embargo, distintos economistas difieren en que el anuncio sea un verdadero aliciente. Entre ellos, especialistas nada heterodoxos como Carlos Rodríguez, fundador de la UCEMA.
“Según Caputo nos prestarán 20 mil millones. Pero ¿qué pasa con los 42 mil que ya les debemos? Me parece que están haciendo anuncios vacíos a ver si logran parar la sangría, al menos por un día…”, analizó. Y recomendó: “Podrían pedirle un Swap a Corea del Norte así seguimos subiendo las Reservas Brutas”.
“No es nada”
En la misma línea se expresó Alejandro López Mieres, especialista en finanzas del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de la CTA. Al ser consultado sobre si este anuncio puede efectivamente llevar calma a los mercados, la respuesta es tajante: “No”. “Y por varios motivos”, agrega.
“Caputo dice 20.000, asumiendo que eso va a calmar al mercado, asumiendo que es un número grande. Y en realidad, si vos te pones a ver, no lo es”. Así, porque “cuando salió el famoso DNU del acuerdo con el Fondo, si bien no daba ninguna especificación de cómo iba a ser el acuerdo, sí hablaba de que iba a cubrir cuatro años de de vencimientos con el mismo Fondo. Nosotros hicimos los cálculos y este número, si uno solamente toma el capital, estás hablando de unos 14.000 millones de dólares”.
“Por lo tanto”, analiza, “cuando se habla de dinero fresco, o sea, aquello que entraría como un préstamo del Fondo Monetario e incrementaría las Reservas, y en teoría sería de libre disponibilidad para que el Banco Central lo use, por ejemplo, para vender dólares y darle salida a aquellos que están haciendo ‘carry- trade’, no son más que 6.000 millones”.
“Esto en el contexto de la cantidad de pasivos monetarios que hay dando vuelta en el sistema, no es nada. Pensemos que en una semana se remataron 1.000 millones”, grafica el integrante del IPyPP. “Por consiguiente, no creo que el mercado vea esto como un pulmotor muy grande”.
La otra variable –suma- es que “todavía no sabemos cómo va a ser la letra chica ni las condicionalidad estructurales que el Fondo Monetario le puede pedir a la Argentina y por tan poca plata”.
Otra de las discusiones que se están dando por estos días tiene que ver con el uso que se le daría a los “fondos frescos”, que el Gobierna niega que sean para intervenir en el mercado. Para López Mieres, si no lo van a usar para eso, entonces no se entiende la urgencia para cerrar el acuerdo. Primero, porque los vencimiento más importantes que tiene Argentina con el Fondo, que son los de capital, recién tienen fecha para mediados de 2026, mientras que los de intereses no son cifras imposibles de afrontar: rondan los 2.500 anuales, estima.
En segundo lugar, “te estás endeudando a una tasa del 6% anual, cuando en realidad hay mecanismos de fondeo mucho más baratos en el mercado local”. “Entonces –sintetiza- estás adelantando un crédito, obviamente teniendo que pagar más tasa de interés al Fondo Monetario, solamente para dar una señal de que vos vas a tener dólares suficientes para rajar”.
Por eso, para el especialista, el anuncio no deja de ser “una señal de debilidad”. “Históricamente, cuando un país tuvo que recurrir al Fondo Monetario Internacional fue precisamente porque el mercado le bajó el pulgar”. Algo que, además, el mismo Milei decía poco tiempo atrás. “Claro, es una verdad de Perogrullo”, afirma López Mieres.
Patas cortas
Consultado por Canal Abierto, el especialista también se refirió a la situación de los mercados. En ese sentido, recordó que la tensión ya acumula tres meses. “Lo que hay que considerar es que prácticamente desde mediados de enero vos estás teniendo una baja muy importante en todos los activos financieros, tanto en acciones como en bonos. Y esto lo que muestra es un ruido muy grande, una lectura de la inconsistencia macroeconómica que está teniendo el Gobierno”. “Llevamos nueve meses seguidos de déficit de cuenta corriente”, advirtió el especialista.
Y agrego: “Vos ves vos ves que si bien el Banco Central compra dólares, permanentemente las reservas se pierden”. Esto se debe, fundamentalmente, “a que el déficit de la balanza comercial, o sea, la diferencia entre exportaciones e importaciones, no alcanza a compensar las salidas que vos estás teniendo, por ejemplo, en el tema de turismo, dado el retraso del dólar, y por los pagos de intereses, no solo de deuda púbica (FMI, bonos, etc) sino, sobre todo, por la deuda privada”.
En concreto, “el mercado empieza a ver que esto tiene patas cortas, que no es sostenible y bueno, ya van a hacer tres meses de esta percepción del mercado financiero respecto a a inconsistencia macroeconómica”.
En este contexto “más que complejo”, el especialista también niega otra afirmación que vienen esgrimiendo tanto el BCRA como el Ministerio de Economía de que “no puede haber una corrida porque no hay pesos suficientes”. Primero, porque ese argumento “desconoce la cantidad de pasivos emitidos que hay. Porque, por ejemplo, la convertibilidad saltó por el aire más allá de que cubría la base monetaria”, recuerda. “Entonces, no alcanza con cubrir la base monetaria”.