Redacción Canal Abierto | Tal como en ocasiones anteriores lo hicieran hinchas de los clubes de fútbol y organizaciones gremiales, representantes de distintos credos participaron hoy de la movilización de los jubilados al Congreso. Y tal como ocurriera en esas ocasiones, las fuerzas federales al mando de Patricia Bullrich arremetieron sin piedad contra los manifestantes.
Habían pasado unos pocos minutos de las 15, hora de la convocatoria hecha por la Mesa Ecuménica por la Democracia, la Vida y el Bien Común, que llamó a concentrarse en el anexo de la Cámara de Diputados usando vestimenta o portando simbología que identifique con religiones, ya sea cristiana, judía, islámica o referente a culturas originarias, orientales o ancestrales.






Fue entonces cuando el operativo desplegado por la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura empezó con su rutina de cada miércoles. Bajo la excusa de cumplir con el protocolo antiprotesta se obligó a subir a la acera a los manifestantes que estaban sobre Rivadavia.
Una vez allí, mientras manifestantes y curas rezaban el Padre Nuestro, comenzaron los gases y los palos. No hubo rosario ni crucifijo que amedrentara a las fuerzas represivas.
La golpiza a Carlos, el jubilado que todos los miércoles se manifiesta con la camiseta de Chacarita, impulsó la movilización de los hinchas de ese club primero y de los de todos los de la AFA el miércoles siguiente, el 12 de marzo. Ese día las fuerzas federales que comanda Patricia Bullrich desplegaron un accionar represivo descomunal en el que fue baleado el fotógrafo Pablo Grillo.
El ataque al padre Paco Olveira la semana pasada pareciera haber sido el motivador de esta nueva convocatoria. Hoy Olveira fue uno de los sacerdotes gaseados cuando intentaba mediar para evitar la represión.
La invitación de la Mesa Ecuménica “en la diversidad, a la práctica y defensa del amor al prójimo, para acompañar su marcha y abrazar al Congreso de la Nación”, en virtud de que “todas las religiones, sabidurías y culturas reconocen el valor de sus raíces, la deuda y el respeto que tenemos para con nuestros ancestros y antepasados. Si sus ancianas y ancianos están vivos se exigen además el cuidado y la defensa de su fragilidad y vulnerabilidad”, según lo planteó la Mesa Ecuménica en un comunicado.
La Mesa Ecuménica por la Democracia, la Vida y el Bien Común está integrada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Curas en Opción por las y los Pobres (OPP), la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), la Pastoral Social Evangélica (PSE), la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF), la Fundación Hora de Obrar, Red Nacional de Mujeres Argentinas Construyendo Comunidad, Sororidad & Fe, Curas Villeros y la Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires (IAMBA).
En el comunicado de la convocatoria se lamentó que “dada la actual escalada individualista y cruel del `sálvese quien pueda´y la búsqueda desenfrenada del bien de pocos a costa del mal de muchos, asistimos en Argentina cada miércoles al reclamo y protesta legítimos y pacíficos de organizaciones de jubiladas y jubilados en torno al Congreso de la Nación, con la finalidad de defender los derechos que se les están quitando y amenazando, ligados a condiciones mínimas para la subsistencia digna. Además se hacen eco de los males con que el modelo neoliberal atropella y aplasta a otros sectores populares”.
Y advirtió que “el Gobierno, lejos de aceptar el diálogo que lo lleve a enmendar su errónea opción por la codicia y avaricia de quienes son sus mandantes, se obstina en empoderarse como una autocracia de hecho, y en reprimirles brutalmente, también a quienes acompañan y se solidarizan con este sector social, como le ha sucedido al ejemplar fotorreportero Pablo Grillo, gastando en esto los millones de pesos que le quitó a la seguridad social y más aún”.
Fotos de Luciano Dico
Video por Pablo Martínez Levy