Redacción Canal Abierto | El sábado 2 de agosto a las 21, en el Teatro El Ojo (Perón 2115, CABA) tendrá lugar la función estreno de la obra 1955. Recuerdos del olvido, de Jorge Alberto Giglio. Dirigida por Lizardo Laphitz y protagonizada por Agustina Saenz, Ariel Leyra, Lucas Álvarez, Nicole Trasandes y Sabrina Cristovao, la puesta aborda el bombardeo a la Plaza de Mayo durante el levantamiento de la Armada contra el gobierno de Juan Domingo Perón en 1955.
La historia es abordada a través de Julio, un aviador que participó de los bombardeos. Meses despuésde ocurrido, el suceso en el que le cabe responsabilidad volverá en forma de culpa, duda, la locura y hasta necesidad de dejar todo en la impunidad y en el olvido.
Canal Abierto conversó con el autor Jorge Alberto Giglio, quien contó: “La obra surge porque por una inquietud personal mía que tiene que ver con la pregunta que siempre me hacía que es ¿cómo puede ser que un hecho tan trágico como fue el bombardeo a Plaza de Mayo en 1955 de alguna forma esté semioculto o semiolvidado por gran parte de la de la población?”.
La escritura de la obra se remonta a 2018. “En un taller de dramaturgia que hice con Ricardo Halac apareció esta idea de empezar a desarrollar una obra que tuviera que ver con eso”, recordó el autor.
“Después fui trabajándola, desarrollándola y hace unos 2 o 3 años se la di a Lizardo Laphitz, que es el director. Ahí le hice algunos cambios en uno de los personajes que me pidió. Y a partir de ahí empezó ya todo el trabajo para poner en escena la obra”, agregó.
Giglio apuntó que “el tema principal desde mi punto de vista tiene que ver con la violencia y cómo está la posibilidad de que la violencia ejercida hacia nosotros vuelva como un boomerang. Esa es la idea central que yo manejo de esta historia. Un poco rescato lo que fue ese hecho y lo traigo al presente”.
El dramaturgo, que también es psicoanalista, planteó:
“Sabemos del psicoanálisis que todo aquello que no se recuerda tiende a repetirse. Me parece que es un buen momento como para recordar este hecho que tuvo más de 300 víctimas fatales y más de 800 heridos”.
Esta faceta de profesional de la salud mental también contribuyó a la hora de delinear el texto. “Es como que en esta obra hubiera unido dos de mis pasiones más grandes que son el psicoanálisis y la historia. A mí me encanta la historia, me apasiona y leo mucho sobre eso. Desde el psicoanálisis, de alguna forma es esta violencia que va hacia los otros y vuelve como culpa, como autoreproche, esto es algo de lo que se ve a lo largo de toda la obra y a partir del hecho que este aviador consuma”, afirmó Giglio.
Otra particulaidad del enfoque elegido por Giglio es abordarlo a partir de uno de los victimarios. Consultado por esta decisión, el autor expuso que se le ocurrió “desarrollarlo a partir del drama personal que representa este aviador luego del hecho. Lo que se me ocurrió fue que justamente esa violencia brutal que él desarrolla, toda la crueldad que desarrolla bombardeando gente que son sus semejantes, sus compatriotas, destruye de alguna forma su propia vida a partir de este hecho que él decide ejecutar”.
“Yo empecé a escribirla ya con esta idea, con esta imagen del bombardeo. Mi primera imagen cuando empecé a escribir la obra era de una bomba que caía sobre la plaza. A partir de ahí, como con esto con las técnicas yo ya había aprendido también de Mauricio Kartún empecé a desarrollar la parte de una imagen que tenía. Los personajes después me fueron llevando. Es algo que me pasa muchas veces cuando escribo teatro que el mismo personaje va contando y desarrollando la historia”, añadió.
La obra refiere a uno de los momentos de nuestra historia en el que la polarización política llevó a la violencia y se estrena en un contexto de división y apuntalamiento de la violencia, aunque en su etapa verbal. Sobre esto, Giglio analizó que “Bertolt Brecht escribía muchas obras históricas y precisamente decía que toda obra histórica que él escribía tenía que ver con el presente y la escribía para enlazarlas con un presente que tenía algo que ver con ese pasado. Yo intento hacer algo parecido: traer un hecho tan trágico de la historia en un contexto también de polarización política y social extrema como la que hay hoy”.
“Me interesa reflejar eso y también reflexionar para pensar un poco a dónde puede llevar la violencia extrema. Lo pongo en uno de los personajes que justamente por ejercer esa violencia va a ver cómo esa violencia va a volver sobre sí, a destruir su propia vida”, concluyó.

