Redacción Canal Abierto | Entre la bitácora de viaje y el documental de ensayo, Congresos. Fracaso de una tesis (o ¿seré una bruja y mi madre es el Diablo?), ópera prima de Belén Ciancio, se enfoca en el lado B de los congresos académicos. El trabajo fue rodado en distintos eventos entre Cádiz, Manipal (India), Bruselas y Buenos Aires en los que Ciancio participó como expositora y el montaje se realizó durante en confinamiento impuesto para combatir la pandemia de COVID 19. La película podrá verse en una función única en el cine Gaumont el jueves 7 de agosto a las 20.
En diálogo con Canal Abierto, Ciancio contó que “hubo muchas variaciones y mutaciones. En ese primer momento de registrar con la cámara, era estar una situación muy diferente a al momento de de pensar que esto podía ser un documental de ensayo como es este trabajo. Entonces, eso fue de algún modo variando”.
En tal sentido, expuso que “en un primer momento era un trabajo más de registro de imágenes como en un diario de viaje, pero con las que no sabía muy bien si iba a hacer una especie de videoensayo, de videoarte, de videocarta o videopoesía. Sí sabía que en algún momento esas imágenes las iba a compartir, pero no sabía qué forma iba a tener”
Esta búsqueda la llevó a participar de un laboratorio de realización en el marco de un festival y buscar la asesoría de personas con experiencia en el rubro. “Con Camila Menéndez, que es una documentalista y editora, empezamos a trabajar esas imágenes y empezó a trabajar ese material durante la pandemia y así fue tomando esa forma que era un poco mostrar esas imágenes que no son las que generalmente circulan de los espacios institucionales y educativos, los congresos o estos espacios de formación, de posgrado”
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La realizadora manifestó que “ese era un momento difícil en la academia, en el marco de la investigación también en España y luego de algún modo yo lo encontraba de otra manera aquí en Argentina. Es un poco lo que está pasando ahora, donde se cuestiona qué sentido tienen instituciones de investigación o quién puede acceder la universidad pública y quién no. Son preguntas que de algún modo creo que estaban ahí un poco resonando en este trabajo”.
Durante el comienzo de la pandemia la investigación y la ciencia adquirió una valoración en el conjunto de las poblaciones, que con el tiempo pasó a ser cuestionada. Consultada sobre el peso que esta situación tuvo en su documental, Ciancio aseveró que “yo no estaba haciendo una reflexión global de la situación del mundo de la investigación, sino que estaba intentando pensar un material desde una forma un poco más poética. Pensaba en el libro El arte del fracaso queer, de Jack Halberstam o el poema El arte de perder, de Elizabeth Bishop porque sentía que en este momento estaba perdiendo no solamente personas cercanas, sino muchísimas certidumbres”
“Me parece que quizás iba un poco más por el lado de no saber realmente qué iba a pasar, qué iba a suceder con los proyectos, no solo de investigación, sino supuestos proyectos de vida que uno a veces intenta sostener. No quiero volverlo como una cosa demasiado así intimista, pero en este momento tampoco podía hacer una predicción de lo que iba a suceder, porque realmente tampoco lo sabía”, concluyó Ciancio.