Redacción Canal Abierto | El Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, que integran organizaciones de las tres centrales sindicales, ya movilizan con Unión de Trabajadores Excluidos (UTEP) y demás organizaciones, por Avenida Rivadavia desde el santuario de San Cayetano, en Liniers, hacia Plaza de Mayo.
La tradicional procesión por “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, un recorrido a pie unos 15 kilómetros que cruza la Ciudad de Buenos Aires, inició temprano esta mañana con la bendición de las herramientas de trabajo, a cargo del Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.
“No es San Cayetano el que debe escuchar. Los que deben escuchar miran para otro lado”, dijo poco después de partir de Liniers, Omar Giuliani, coordinador nacional de una de las organizaciones convocantes, el Frente Nacional Territorial (FeNaT- CTA). “Vamos a hacer que sienta fuertemente en Plaza de Mayo el reclamo del campo popular, de la clase trabajadora, a este gobierno de la crueldad”, añadió.
En una primera parada, las organizaciones arribarán al Congreso pasado el mediodía. El acto final de unidad, con la presencia de los distintos referentes, se prevé para las 15hs.
“Nos quieren robar la dignidad”
En el documento con el que convocó a la marcha, el Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, había cuestionado duramente al gobierno libertario. “En los últimos días el gobierno libertario ratificó que está en guerra contra el pueblo trabajador, favoreciendo las demandas de los poderosos”, indicaron.
Como contracara, “para nosotros, Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo no es una consigna vacía porque no podemos permanecer indiferentes mientras nos quieren robar la dignidad”, afirmaron. Y explicaron: “Ese es el núcleo de nuestra noción de soberanía, que es una soberanía de vida. Como bien dijo el Papa Francisco: “Ese arraigo al barrio, a la tierra, al oficio, al gremio, ese reconocimiento al rostro del otro, esa proximidad del día a día, con sus miserias —porque las hay, las tenemos— y sus heroísmos cotidianos, es lo que permite ejercer el mandato del amor, no a partir de ideas o conceptos, sino a partir del encuentro genuino entre personas: necesitamos instaurar esta cultura del encuentro, porque ni los conceptos ni las ideas se aman. Nadie ama un concepto, nadie ama una idea; se aman las personas”.
“Por eso este 7 de agosto peregrinamos, porque Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo fundamentan el amor hacia nuestro pueblo en la liberación nacional. Es la soberanía del encuentro la que nos conduce a romper las cadenas de la dependencia material y la que nos impulsa romper el relato distorsivo”.
En esa línea, destacaron la importancia de la presencia en la calle: “Estamos llamados a realizarnos en comunidad, para eso es necesario fortalecer la unidad en la calle: para que no nos roben la dignidad, para realizarnos en comunidad con Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social. Nuestro pueblo merece ser libre y merece ser feliz”.
Portada: @dicoluciano