Redacción Canal Abierto | Como cada mes, tras la difusión del Indice de Precios al Consumidor por parte del INDEC, desde la organización Inquilinos Agrupados se difunde un número no incluido en las canastas de pobreza e indigencia: el de los alquileres.
Si en los meses en los que el sueño libertariano parecía convertirse en realidad y la porcentaje de la inflación era menor, pero eso no se reflejaba en los precios de los alquileres, la mala noticia de que julio fue el tercer mes en el que el aumento de precios fue superior al anterior agravó la situación de quienes deben alquilar el techo bajo el que duermen cada noche.
El 1,9% que arrojó la inflación correspondiente al mes pasado es un número irrisorio en comparación con el aumento que tuvieron que enfrentar los locadores. No hay región en la que el índice de los aumentos no sea más que la mitad del mes anterior. Y en algunas llega a cuadruplicarlo.
Según el relevamiento de Inquilinos Agrupados, los aumentos según región se dieron de la siguiente manera: en el AMBA, 3,3%; en la región pampeana 3,9%; en la Patagonia, 4,1; en Cuyo 4,4; NEA, 7% y NOA 8%.
Lo mismo ocurre al analizar con la inflación interanual. También el 17,4% queda muy por detrás del aumento de los alquileres en AMBA (46,5%), región pampeana (49,7%), Cuyo (57,6%), NEA (60,5%), NOA (57,6%) y la Patagonia (79,7%). Más allá de esta comparación, a nadie se le puede escapar que ningún gremio cerró paritarias por estos números en el acumulado de 2025.
El referente de Inquilinos Agrupados Gervasio Muñoz planteó que “la desregulación absoluta de los precios de los alquileres muestra que hay una inflación para propietarios y otra para los inquilinos. El acceso a la vivienda en alquiler se ha vuelto un privilegio. Es urgente terminar con el decreto 70/2023 y volver a una regulación como lo hace el resto del mundo”.
Ilustración: Marcelo Spotti