Redacción Canal Abierto | La dura derrota en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre obligó a Javier Milei a bajar 20 cambios. En la cadena nacional de anoche, no hubo insultos ni referencias explícitas a la pasada herencia ni al “riesgo kuka”. Sin embargo, las promesas plasmadas en el anuncio del Presupuesto 2026 y orientadas a calmar el reclamo de las universidades, la salud pública, los jubilados y pensionados –que este miércoles prometen expresarse de forma contundente en las calles– son más una pose que un sincero mea culpa.
Más aún, cuando llegan a días del veto a la leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica, después de haber dado de baja varios aumentos jubilatorios aprobados por el Congreso y mientras el Foro de Discapacidad denuncia que la estrategia de la gestión libertaria es negarse a implementar la Ley de Emergencia para el sector, ratificada semanas atrás por ambas cámaras.
Los primeros en salir a decirlo fueron las universidades: “El mensaje emitido por el presidente Javier Milei sobre el proyecto de presupuesto 2026 es una iniciativa sin novedades que consolida el ajuste sobre el sistema universitario. Los 4,8 billones de pesos anunciados por el presidente para las universidades el año próximo implica anualizar para el 2026 lo percibido a diciembre de 2025, y queda muy lejos de los 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema”, indicaron desde el Consejo Interuniversitario, que reúne a los rectores de todas las universidades públicas del país.
“Dicho de otro modo -ahondaron- prácticamente, para el 2026 es igual presupuesto que para el 2025, un año que vivimos en peligro. Se presenta, entonces, un proyecto que consolida la pérdida y profundiza el ajuste sobre el sistema universitario y científico”.
“La expectativa que tenemos descansa en el Congreso de la Nación, para sostener en la sesión de este miércoles la Ley de Financiamiento Universitario y para aprobar, luego, un presupuesto 2026 razonable que evite que la pronunciada caída siga profundizándose”. O sea, no hay tregua. Todavía no hay elementos para suponer que “lo peor ya pasó” ni que lo que más le importe al Gobierno libertario es la gente de a pie, a la que Milei ni siquiera puede nombrar: habla de “capital humano”.
“Este presupuesto -dijo anoche durante el discurso grabado de poco más de 15 minutos- le asigna 4.8 billones de pesos a las Universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones un 5% y en salud un 17%, ambas partidas por encima de la inflación. El gasto en educación también aumenta un 8% por encima de la inflación. Por otro lado, habiendo realizado las auditorías pertinentes, el monto recibido por cada pensionado por discapacidad también aumentará en un 5% por encima de la inflación del 2026. En definitiva, si el presupuesto es el plan de gobierno y el 85% de este presupuesto será destinado a educación, salud y jubilaciones, eso quiere decir que la prioridad de este Gobierno, tal como siempre dijimos, es el capital humano”.
Como señalaron rápidamente varios analistas, las proyecciones que lanzó Milei tienen una falla de origen: las hace sobre metas económicas muy poco creíbles. Supone, para diciembre de 2026, un dólar a $1423, cuando esta semana ya alcanzó los $1480; y una inflación anual del 10,1% (en promedio, un 0,84% al mes), cuando las estimaciones más optimistas del FMI proyectan entre 18% y 23%.
En relación al aumento del 5% en términos reales prometido para jubilaciones y pensiones, Claudio Lozano, exdirector del Banco de la Nación Argentina y candidato a diputado nacional por Unidad Popular, hizo varias aclaraciones: “Primero –cuestionó- Milei no dijo cuánto habían caído hasta acá esos fondos, ni en base a qué inflación iban a aumentar un 5% real. Además, si se compara 2025 con 2023 la caída de los fondos que se asignan a jubilaciones y pensiones es del 11,40%”. O sea, lo que proyecta “ni siquiera alcanza para compensar lo perdido”, explicó.
“Encima, es una proyección que se basa en una tasa de inflación anual -que él no mencionó- de apenas el 10%”. Esto, “cuando nadie estima que sea menor al 30% para fines de este año, si es que no hay cambios en el esquema cambiario”, subrayó.
En declaraciones a Agenda Propia*, el economista agregó: “Sobre las transferencias a las Universidades planteó un incremento del 12%, cuando en realidad tienen una caída frente a 2023 del 33,40%. Y en Educación planteó un aumento del 8%, cuando la caída desde el 2023 es del 47%”. Así, “cuando uno va a los datos concretos aparece la mentira completa que trató de cubrir con lo único que indica que registra algo de lo que pasó, que es el cambio de los modales”, analizó.
Por último, Lozano se refirió a la defensa del superávit que busca el Gobierno para, finalmente, pagar los intereses de la deuda. “El superávit para el año que viene establecido en el acuerdo con el FMI es del 2,2 del PBI; un 22% mayor al de este año. Si tengo la actividad económica parada, si la recaudación está cayendo, para obtener un superávit mayor tendría ajustar más el gasto”. Por eso –sostuvo- “cuando uno desarma la hojarasca vos te encontrás que en realidad lo que hay es una propuesta de ajuste perpetuo”.
El economista Horacio Rovelli ya lo había advertido ayer, en base al bosquejo que el Gobierno ya le había presentado al Fondo en agosto. “El bosquejo dice que vamos en 2026 un superávit primario, antes de pagar los intereses de la deuda, del 2% del PBI, eso es más o menos US$ 11.000 millones. ¿De dónde van a cortar? Es más ajuste, eso le garantizaron al Fondo”, adelantó.
*Agenda propia es un programa producido por Canal Abierto que aborda la coyuntura disputando el sentido de la agenda. Todos los martes a las 18, por Somos (Canal 7 de Flow) y en el canal de YouTube de Canal Abierto.

