Redacción Canal Abierto | Luego de un domingo de primera vuelta electoral en Chile, los resultados, sorprendentes en varios aspectos, ya invitan al análisis.
“El balance de la elección es desastroso para el mundo progresista y es un resultado histórico para la derecha”, asegura en diálogo con Canal Abierto Alexis Cortés, director del Doctorado en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado y parte del equipo programático de la dirigente comunista Jeannette Jara.
Jara, si bien terminó primera con el 26,8% de los votos, competirá en un ballotage con el ultraderechista José Antonio Kast (23,9%), que parte de un gran plafón para crecer.
“Si bien Jara obtuvo el primer lugar como se esperaba, lo hizo a muy corta distancia de José Antonio Kast. Solo tres puntos de diferencia, lo que disminuye bastante las posibilidades de revertir el cuadro para una segunda vuelta, ya que las tres candidaturas pinochetistas suman más del 50% de los votos”, detalla Cortés.
El dato a tener en cuenta es que la derecha se presentó con tres opciones en la primera vuelta, con apoyos nada desdeñables en ninguna de ellas: Evelyn Matthei y Johannes Kaiser acumularon entre ambos cerca del 27%, que podrían sumarse a Kast en un ballotage. “En el caso de Matthei, esos votos no son todos transplantables automáticamente Kast, pero lo dejan obviamente en un muy buen pie”, aclara el analista.
Y agrega: “El problema adicional, y creo que lo más complejo de este resultado, es que la buena performance de la derecha pinochetista tuvo también un reflejo en la parlamentaria, sobre todo a nivel de Diputados, donde van a contar con una mayoría más o menos cómoda. Y a eso le sumamos los 15 diputados que sacó el Partido de la Gente, que es un partido de derecha más plebeya, no necesariamente pinochetista, pero que podría ser la llave para que puedan legislar con comodidad. Eso sólo se atenúa por el Senado, donde va a haber un cierto equilibrio y algún tipo de contención”.
Cortés se refiere a los votos obtenidos por Franco Parisi, quien se postuló por tercera vez a la presidencia de Chile y obtuvo el tercer lugar con casi el 20%, apoyos que serán clave para los partidarios de Jara.
“Esto yo creo que refleja por un lado que la derecha logró hablarle mejor a los no-electores obligados, y por otro la desastrosa decisión de una parte del progresismo que decidió ir en una lista minoritaria al Congreso y eso era evidente que iba a significar una merma sustantiva de diputados y senadores para contener el avance de la extrema derecha”, plantea Cortés.
Puesto a pensar en cómo saldrán los comicios programados para el 14 de diciembre, asegura:
“Me parece que para la segunda vuelta, Jeannette Jara tiene que hacer un giro en su estrategia de campaña, hablarle más directamente a las personas concretas, sobre todo a los electores obligados que son menos ideológicos, menos politizados. Y preocuparse menos de hacerle gestos a un centro que esta elección mostró que es imaginario”.